La ladrona de libros

La ladrona de libros Imágenes

“Si no te puedes imaginar piensa en un silencio extraño. Piensa en retazos de desesperación flotando por todas partes, inundando el tren” (Primera parte, 25) - Imagen auditiva

Mediante esta imagen auditiva, la Muerte representa la desesperación de Liesel y su madre cuando ven que Werner ha muerto. Para ayudar al lector a dimensionar la magnitud de esa desesperación, apela a su memoria emotiva, y lo hace evocar un silencio extraño. Pero ese silencio no está vacío sino; al contrario, está cargado de sentido. Como si la desesperación pudiera traducirse en un sonido, la Muerte representa la densidad de ese silencio con la metáfora de los "retazos de desesperación" que flotan por todas partes.

“Los judíos desesperados, con sus espíritus en mi regazo mientras esperamos sentados en el tejado, junto a las humeantes chimeneas” (Sexta parte, 308) - Imagen visual

Aquí la Muerte representa, a través de una imagen visual, la escena en que recoge las almas de los judíos desesperados. El lector intuye que están desesperados porque acaban de morir, luego de la explotación y la tortura, y han sido incinerados en los habituales crematorios que instalaron los nazis para deshacerse de los cadáveres. En esta imagen, la Muerte acoge en su regazo esas almas, demostrando su compasión y contención por las almas sufrientes.

“El único indicio de guerra era una nube de polvo que viajaba de este a oeste, escudriñando las ventanas para encontrar un lugar por el que colarse. A medida que se espesaba y expandía, convertía la estela de humanos en apariciones” (Séptima parte, 377) - Imagen visual

En esta imagen visual, la Muerte retrata la estela de polvo que dejan los bombardeos durante la Segunda Guerra. Se trata de una nube de polvo omnipresente, que recorre el territorio de este a oeste. La nube de polvo es personificada; asume las habilidades humanas de viajar a lo largo de un terreno, y de escudriñar, a través de las ventanas, con el objetivo de colarse por algún lugar. Asimismo, la imagen se potencia con el efecto fantasmático que genera: al espesarse, el polvo hace que las personas a las que envuelve parezcan más apariciones que seres humanos de carne y hueso.

“Los enormes ojos sobresalían en los escuálidos cráneos. Y la suciedad. La suciedad florecía en ellos como el moho. Sus piernas flaqueaban cuando los soldados los empujaban: una forzada carrerita incontrolada antes del lento retorno a un paso famélico” (Séptima parte, 385) - Imagen visual

La imagen que construye la procesión de judíos que caminan desde un campo de concentración rumbo a Dachau es de alto impacto. Se trata de personas desarrapadas, devastadas por la suciedad, la tortura, el frío y el hambre. La Muerte no escatima en detalles, sino que los exacerba, como si tratara así de dibujar certeramente el horror que le provoca ese espectáculo: la atrocidad sobre el hombre por el hombre mismo. Estos judíos, presos en un campo de concentración nazi, han sido despojados de los rasgos que hacen a su humanidad, y ahora se asemejan más a animales que a hombres y mujeres: son comparados con ratas y su movimiento es el de un rebaño, que circula de manera autómata. La muerte expone con crudeza toda su humillación y abandono, su sumisión ante la violencia que imparten sobre ellos los soldados nazis.

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