El nuevo hogar de Liesel queda en la calle "Cielo", pero su vida allí estará lejos de ser idílica (Ironía situacional)
Liesel es llevada por su madre biológica a su nuevo hogar de acogida que queda en la calle Himmel, palabra que en alemán significa "cielo". De acuerdo con su habitual estilo de anticipar los acontecimientos, la propia Muerte distingue la ironía que hay en ese nombre: “Quien fuera que bautizó la calle, sin duda poseía un gran sentido del humor. No es que fuera el infierno, no, pero desde luego no era el cielo” (29). Efectivamente, resulta irónico que la calle se asocie al cielo, lo cual remite a un lugar idílico y pacífico, ya que el desenlace de los habitantes de esa calle será trágico: casi todos sus vecinos morirán durante un bombardeo. Hacia el final de la novela, la Muerte señala con sarcasmo que el bombardeo de la calle Himmel fue accidental: “Nadie bombardearía un lugar llamado paraíso, ¿no?” (483).
Hans hijo acusa de cobarde a su padre, cuando este demuestra ser el hombre más valiente de Molching (Ironía situacional)
Durante una discusión, Hans hijo le dice a su padre que es un cobarde por oponerse a Hitler y a la plataforma nazi. Lo critica así por no contribuir a una empresa tan loable, según él, como la eliminación de los judíos. Sin embargo, resulta evidente que, en el contexto de violencia desplegado por el nazismo, la determinación de Hans de ayudar a los judíos y oponerse al relato dominante representa un gesto de mucho mayor riesgo y valentía que el de defender ciegamente a Hitler. La ironía, entonces, reside en catalogar de cobarde a Hans, cuando este demuestra ser el hombre más valiente de Molching, al ocultar en su sótano a un judío o al dar un trozo de pan a un judío frente al escrutinio de los soldados nazis.
"Rudy Steiner, todo un genio" (Ironía verbal)
En la quinta parte, en el apartado titulado "Tres estupideces de Rudy Steiner", la Muerte describe las acciones imprudentes que lleva adelante Rudy y que lo ponen en peligro, porque implican una crítica a la doctrina nazi. Sin embargo, la primera frase de ese apartado es abiertamente irónica: "Rudy Steiner, todo un genio" (295). Con ella, la Muerte anticipa los actos impulsivos de Rudy y critica su manera de actuar, desentendida de los peligros que corre durante el nazismo.
Alex Steiner impide que Rudy sea llevado a una escuela nazi para salvarle la vida, pero el chico termina muriendo en Molching (Ironía situacional)
Luego de que Rudy demuestre sus habilidades físicas, la Gestapo va a su casa a reclutarlo para una escuela de entrenamiento nazi. Sin embargo, Alex Steiner se niega a dejar que su hijo, menor de edad, sea llevado allí. Si bien sabe que contradecir la voluntad de la Gestapo puede ponerlo en peligro, Alex elige preservar la vida de su hijo. Sin embargo, el plan de Alex fracasa, en la medida en que Rudy termina muriendo durante un bombardeo en Molching. Entonces Alex, cuando regresa de su reclutamiento en el ejército, se lamenta de haberse negado a enviar a su hijo a aquella escuela, pues cree que entonces, quizás, se habría salvado del bombardeo. Así, irónicamente, la decisión de Alex para salvar a su hijo termina convirtiéndose en su condena a muerte.