Siddhartha

Siddhartha Resumen y Análisis Primera parte, Capítulos 3-4

Resumen

Capítulo 3: Gotama

Siddhartha y Govinda llegan a la ciudad de Savathi. Allí, una mujer les ofrece comida y les indica dónde encontrar a Buda. Él se encuentra en el bosque de Jetavana, en un jardín que un rico mercader puso a su disposición. Muchos otros peregrinos se dirigen también hacia allá.

Siddhartha reconoce a Gotama entre cientos de monjes de hábito amarillo que se encuentran en el bosque, por la serenidad y la paz que emanan de su figura, y percibe que él eliminó su afán de búsqueda. A Govinda lo entusiasma la idea de escuchar a Gotama. Siddhartha, en cambio, no cree que escucharlo pueda aportarle nuevos conocimientos, pero siente admiración por el maestro, porque observa que sus gestos y las distintas partes de su cuerpo emanan "la verdad radiante y absoluta" (p.45).

Esa noche, los amigos escuchan a Gotama, quien les habla a sus seguidores acerca del sufrimiento, su origen y del camino para abolirlo. Asimismo, el maestro se refiere a "las Cuatro Verdades Nobles" y al "Óctuple Sendero" (p.46).

Govinda decide convertirse en discípulo de Gotama. A Siddhartha le alegra su decisión, pero se niega a seguir su doctrina. Ante la desazón de Govinda, Siddhartha le recuerda que, tal como indica la doctrina de aquel maestro, debe renunciar a su patria, a sus padres, a su origen, a sus propiedades, a su propia voluntad y al sentimiento de amistad.

Al día siguiente, Siddhartha, que aún está en el bosque de Jetavana, se encuentra con Gotama y le pide permiso para hablarle. Le dice que admira la idea de la unidad del mundo compuesto de causas y efectos que presenta su doctrina, "el hecho de que todo lo grande y lo pequeño se halle circundando por el mismo río, por la misma ley de la causalidad" (p.51). Sin embargo, cuestiona que mediante su doctrina de la liberación pueda interrumpirse esa ley universal. Esto, según Siddhartha, no puede ser enseñado ni demostrado.

A propósito de esto, Gotama le aclara que su objetivo no es explicar el mundo a quienes anhelan conocerlo, sino liberar a las personas del sufrimiento. Además, le aconseja cuidarse de “la espesa jungla de las opiniones y las disputas sobre las palabras” (p.52). Siddhartha comenta que no duda de que él haya alcanzado la liberación, pero afirma que lo hizo a través de un camino propio, sin seguir una doctrina. Además, sostiene que nunca podrá transmitir con palabras lo que experimentó en el instante de su iluminación. Cuando se despiden, Gotama le dice a Siddhartha que es inteligente y prudente, pero le recomienda cuidarse de "una inteligencia excesiva" (p.55).

Finalmente, mientras Gotama se aleja, Siddhartha, si bien se siente agradecido por el encuentro con aquel maestro, afirma con convicción que ninguna doctrina volverá a seducirlo.

Capítulo 4: Despertar

Siddhartha se marcha de los bosques de Jetavana y reflexiona. Ya no quiere anular su Yo, como había intentado hasta hace poco. No quiere huir de su propio ser. Por el contrario, quiere conocerse a sí mismo. Además, comienza a intuir que el sentido y la esencia de las cosas no se encuentran ocultos detrás de estas, sino que se hallan en ella mismas. Estas ideas significan para Siddhartha un despertar y un renacer.

Siddhartha toma conciencia de que no pertenece a ninguna comunidad. Piensa en regresar a la casa de su padre, pero luego desiste, ya que no tiene una función que ocupar allí: ya no es brahmán, asceta ni sacerdote. Eso le produce, por un breve instante, una profunda desolación.

Finalmente, sintiéndose fortalecido y seguro de querer conocer su Yo, emprende la marcha, con la convicción de no regresar a los lugares que ya ha transitado.

Análisis

En el tercer capítulo se presenta a Gotama. Este personaje se inspira en el fundador del budismo, conocido generalmente como Buda. Este sabio alcanzó la iluminación a los treinta y cuatro años y se dedicó a enseñar a sus numerosos seguidores lo que se conoce como las Cuatro Verdades Nobles y el Óctuple Sendero. La división de la novela en cuatro capítulos en la primera parte, y en ocho en la segunda, se debe probablemente a estos nombres.

Como ya señalamos anteriormente, existen varios puntos de coincidencia entre el personaje histórico Buda y el protagonista de la novela, Siddhartha. Para comprender mejor las similitudes entre los personajes de la novela Gotama y Siddhartha y el personaje histórico Buda, haremos un breve repaso de la vida de este último. Buda, llamado Siddhartha antes de la iluminación, nace en el siglo VI a. C. y se cría en una familia noble y rica, rodeado de placeres y comodidades. Una de las versiones sobre su historia cuenta que salió en cuatro ocasiones de su entorno. En ellas descubre la vejez, la enfermedad y la muerte, y a su vez conoce a un monje mendicante que parece indiferente a todo sufrimiento. A partir de entonces, Siddhartha se convierte en asceta itinerante bajo el nombre de Gautama y se hace discípulo de dos maestros sucesivamente, cuyas enseñanzas lo dejan insatisfecho.

Tras abandonar la doctrina del último de ellos, se instala seis años en un lugar cerca de la ciudad de Gaya, India, para practicar las más severas mortificaciones. Cuando llega al límite de la mortificación, comprende la inutilidad de la ascesis co­mo medio de liberación. Después de comer, se dirige a un bosque y medita al pie de un árbol. Allí pasa tres noches de vigilia, en las cuales obtiene el conocimiento de las llamadas “Nobles Verdades” (Eliade, 1999, p.100). Tras la última noche, se transforma en Buda, que significa “el Despierto”, y poco después comienza a exponer a sus discípulos las cuatro Nobles Verdades “sobre el dolor, el origen del dolor, la detención del dolor y el camino que conduce a la cesación del dolor” (Eliade, 1999, p.101).

El personaje de la novela, Siddhartha, también se cría en un entorno sin muchas adversidades, y su contacto con los samanas lo lleva a abandonar su hogar para emprender un nuevo camino en busca de la iluminación. También él se convierte en asceta y se siente insatisfecho con las doctrinas que aprende. No obstante, en este punto el paralelismo con la vida de Buda se interrumpe momentáneamente, porque Siddhartha tiene un encuentro con Gotama, el personaje que representa a Buda, para escuchar su doctrina y debatir algunas de sus ideas.

Es interesante notar que Siddhartha reconoce a Gotama por la paz y la perfección que emanan de sus gestos y de cada parte de su cuerpo: "su rostro y su modo de andar, su mirada discreta y tranquila, su mano que colgaba serenamente a un lado, y cada uno de los dedos de esa mano rezumaban paz y perfección. Nada en él era búsqueda o imitación (…)" (p.44). Estos elementos constituyen las características principales con que en la novela se identifica a quienes alcanzan el nirvana. En efecto, Siddhartha reconoce en ellos la grandeza de Buda, y no en su doctrina. Además, el protagonista, que ya desconfiaba del poder de las doctrinas como medio para alcanzar el nirvana, advierte que la experiencia de la iluminación es imposible de transmitir en palabras.

El Capítulo 4 ("Despertar") es capítulo final de la primera parte del libro. Acá, Siddhartha repasa sus experiencias previas y llega a conclusiones que darán forma a su futuro. Por un lado, se produce un quiebre definitivo en el modo en que buscaba la iluminación, un cambio de paradigma en su búsqueda. En esta modificación observamos la combinación de las filosofías orientales con el trasfondo de la cultura occidental del autor, ya que Siddhartha se ocupará sobre todo de una búsqueda de autoconocimiento. Siddhartha, en vez de intentar eliminar su Yo, quiere conocerlo, saber quién es él verdaderamente. Por otro lado, cambia su postura respecto a la manera de percibir las cosas mundanas. Ya no pretende buscar la esencia que se oculta atrás ellas, sino que piensa que la esencia se encuentra en ellas mismas: "Para él, ahora, el azul era azul y el río era río; y aunque en el azul y el río vistos por Siddhartha subsistiera, latente, la idea de unidad y de divinidad, no era menos representativo de la condición divina el ser aquí amarillo, ahí azul, más allá cielo y bosque, y aquí otra vez Siddhartha. El “sentido” y la “esencia” no se hallaban en un lugar tras de las cosas, sino en ellas mismas, en todo" (p.61).

En este momento, el protagonista deja atrás un elemento importante de la filosofía hinduista. A grandes rasgos, en el hinduismo, a la existencia material se la llama "Maya". Consiste en un velo, una ilusión que hay que vencer para trascender y conocer la verdadera realidad. Siddhartha inicia el camino inverso: a partir de hora quiere conocer y experimentar el mundo tal como se presenta ante sus ojos. Este nuevo propósito guiará al personaje en la segunda parte del libro.