Siddhartha, el hijo de un brahmán, no se siente satisfecho con su vida. Considera que lo que aprendió con su padre y con otros brahmanes no es suficiente para alcanzar la iluminación ni la paz interior que desea. Para lograr su objetivo, decide ir a vivir junto con los samanas. Parte junto a Govinda, que es su gran amigo desde la infancia.
En su etapa con los samanas Siddhartha intenta hacer desaparecer sus impulsos y pasiones. Desea matar a su Yo para alcanzar la paz interior. Siente rechazo por las actividades mundanas. Luego de varios años de vida ascética, decide alejarse de los samanas: cree que con sus técnicas no alcanzará el nirvana. Entonces se dirige, junto a Govinda, a conocer a un hombre al que llaman Gotama, o Buda, quien sí ha alcanzado el nirvana.
Siddhartha reconoce en Gotama a un ser iluminado, que irradia paz y serenidad. Escucha su doctrina, pero finalmente decide no ser su discípulo. Cree que no se puede alcanzar el nirvana siguiendo la doctrina de un maestro, ya que esta experiencia no es comunicable en palabras. Siddhartha está convencido de que debe seguir su propio camino. Govinda, en cambio, permanece como discípulo de Gotama.
Siddhartha reflexiona y se da cuenta de que ya no quiere eliminar a su Yo; al contrario, quiere conocerse a sí mismo. Se dirige entonces hacia la gran ciudad. Allí conoce a Kamala, una cortesana de gran belleza. Aprende las artes amatorias con ella. Mientras tanto, trabaja junto a un rico mercader, Kamaswami, quien le enseña todo lo relacionado con el comercio y los negocios. Vive una vida mundana durante varios años. A pesar de esto, no logra sentir placer ni pasión por sus actividades, como sí parece experimentarlo el resto de las personas a su alrededor. Siddhartha tiene mucho dinero y una casa propia con servidumbre. Comienza a apostar grandes sumas de dinero en el juego de dados. Cuando pierde, se aboca con más energía a su trabajo. Este círculo vicioso lo va deteriorando y se enferma. Se da cuenta de que ya no escucha su voz interior. Entonces abandona la ciudad y deja los negocios y a Kamala, sin saber que ella está embarazada.
Al salir de la gran ciudad tiene deseos de suicidarse, cansado de la vida que llevó los últimos años. En ese momento escucha el sonido sagrado Om y toma conciencia de que iba a cometer una locura. Después de dormir bajo un árbol, se despierta alegre y renovado. Se da cuenta de que la enfermedad que lo ha afligido hasta ahora es no poder amar.
Siddhartha se queda a vivir junto al río, en la humilde cabaña de Vasudeva, el barquero que años atrás lo había ayudado a cruzar el río cuando iba camino a la ciudad. Vasudeva le enseña el oficio de barquero y Siddhartha comienza a escuchar el río, del que aprende muchas cosas. Allí pasa varios años.
Un día cruzan el río muchos peregrinos que viajan a ver a Gotama, quien está próximo a morir. Entre los peregrinos se encuentra Kamala junto a su hijo, a quien ha llamado Siddhartha. Una serpiente muerde a Kamala. Siddhartha y ella se reencuentran pero, tras un breve agonía, ella muere. El pequeño Siddhartha se queda a vivir con su padre y Vasudeva.
El hijo de Siddhartha no se adapta a las condiciones de vida modestas en que viven su padre y Vasudeva. Maltrata a Siddhartha, es caprichoso y desobediente. Siddhartha se da cuenta de que a su hijo no le gusta la vida que lleva a su lado, pero lo ama y no quiere que se vaya. Tiene miedo que se pierda entre los placeres mundanos, como le sucedió a él. Esta es la primera vez que Siddhartha siente amor por alguien, y se cree capaz de cometer locuras por la persona que ama, como les sucede a los "hombres niños". Un día el joven Siddhartha escapa. Su padre va a buscarlo, pero al llegar a las puertas de la ciudad se da cuenta de que debe dejarlo seguir su propio camino, tal como lo hizo su padre con él. De regreso a la cabaña de Vasudeva, Siddhartha continúa dolido por la partida de su hijo. Ahora comprende a los "hombres niños", y ya no le parecen absurdos sus caprichos y pasiones.
Siddhartha le cuenta a Vasudeva todo lo que sufre por la partida de su hijo. Vasudeva escucha, atento. Mientras continúa hablando, Siddhartha percibe que el barquero ya no es un ser humano, sino una especie de Dios, lo Eterno. Ambos van al río. Siddhartha logra sentir la Unidad y la Perfección escuchando al río. Vasudeva ha estado esperando este momento: Siddhartha alcanza la iluminación. El anciano Vasudeva entonces se retira a los bosques.
Govinda visita a un barquero que ha adquirido fama de sabio, sin saber que se trata de su amigo Siddhartha. Cuando este le revela su identidad, Govinda le pide que le explique su doctrina o las ideas que lo ayudan a vivir. Siddhartha le explica algunos de sus pensamientos, pero le dice que no se puede explicar la sabiduría en palabras. Concluye que lo más importante es el amor. Al despedirse, Govinda besa la frente de Siddhartha y, en ese momento, logra percibir la Unidad de todo lo que existe. De esta manera, Govinda también alcanza la iluminación.