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¿Qué personajes aparecen caricaturizados en la novela y cómo se logra esto?
La caricatura literaria es un procedimiento por el cual ciertos rasgos de un personaje son exagerados o ridiculizados. En la novela, los personajes cuya representación aparece caricaturizada son Marcial, Flora Cisniega y José María Malespina.
En el caso de Marcial, el efecto de caricaturización hace que, ante su presencia, las personas se rían o se llenen de respeto, como acota el narrador. Esto se debe a su forma de hablar, en la que inventa vocablos, imita sonidos o realiza bromas constantemente. Por otro lado, su presencia deformada por las heridas de guerra, y su voluntad, que no decae a pesar de ello, puede imponer respeto. Marcial recibe el apodo de “Medio-hombre”, que busca ser descriptivo de su persona, ya que le falta un brazo, un ojo y una pierna.
En el caso de doña Flora, la hipérbole se utiliza para dar cuenta de la cantidad de adornos, afeites y postizos que utiliza para aparentar más juventud de la que efectivamente tiene. Su forma de actuar con el joven Gabriel, en la que se puede ver cierto interés sexual, provoca que la caricatura de la mujer se termine de conformar.
Por último, José María Malespina es un embustero que se anima, incluso, a inventar una historia relativa a la muerte de su propio hijo para poder alardear de un carente heroísmo. En la descripción que se hace de su persona se resaltan los rasgos físicos de su rostro y se hace hincapié en su verborragia, al usar la metáfora “hablaba por los codos” (45).
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Analice las actitudes quijotescas de algunos personajes de la obra.
La crítica, al analizar esta obra, suele coincidir en el carácter quijotesco de algunos personajes y de algunas situaciones atravesadas por ellos. De todos los personajes, Alonso es, tal como señala Emilio Blanco, un “trasunto moderno de don Quijote (un soldado viejo, lesionado por cierto en el brazo izquierdo como Cervantes, y empeñado en defender sus principios)” (2006, p. XX). Incluso, comparten el nombre de pila con el personaje de Cervantes. Se trata, entonces, como el hidalgo caballero de la obra cumbre de la narrativa española del Siglo de Oro, de un hombre de edad avanzada, decidido a salir a buscar aventuras a pesar de sus condiciones físicas.
Doña Francisca, de alguna manera, remeda el lugar que en el Quijote tienen las dos mujeres que habitan la casa del protagonista: el ama y la sobrina. En la novela de Cervantes, ellas son las que le esconden al loco hidalgo los libros que lo han dejado en ese estado mental, para que no siga perdiendo el juicio y no insista en perpetrar sus ideas relacionadas con la caballería. Son ellas, además, las que en cierto momento le prohíben a Sancho, el escudero del Quijote, ver a su señor, debido a que creen que es una mala influencia para él. En Trafalgar, Francisca se parece a ellas en el rol que cumple. Es la que le suplica a su esposo y llega, incluso, a amenazarlo para que no participe en la batalla. Es, también, quien culpa a Marcial por ser una mala influencia y llenarle la cabeza con esas ideas.
El lugar de Sancho Panza, por su parte, estaría ocupado aquí por Marcial. Al igual que Sancho, este aparece caricaturizado, presenta errores y deformaciones en su vocabulario y su clase social es más baja que la de su amo. En esta historia, se suma un personaje: Gabriel. Así, los dos hombres y el niño salen, como don Quijote y Sancho, emocionados en busca de aventuras.
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¿De qué manera se prefigura en la novela la derrota en la batalla de Trafalgar?
En principio, como este es un hecho histórico, es posible que el lector, al leer la novela, ya sepa que la batalla termina en la derrota de las tropas de la alianza franco-española. Sin embargo, más allá de eso hay ciertos elementos que permiten prefigurar o anticipar los hechos. En primer lugar, en la primera oración de la novela, el narrador sostiene que ha presenciado una catástrofe terrible de su marina. Tras ello, los primeros recuerdos que el narrador señala de su infancia, llamativamente, son los del combate del cabo de San Vicente: una batalla librada por los mismos actores y con iguales resultados a la de Trafalgar. En tercer lugar, son varios los personajes que no están de acuerdo con realizar la contienda bélica, como Churruca, dado que saben que los españoles están en condiciones desfavorables frente a la armada británica. Ellos lo comunican así a sus superiores, aunque sus pedidos son desestimados.
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¿A qué obras literarias se alude en la novela y cómo?
La novela presenta varias alusiones a otras obras de su época.
En primer lugar, se alude a la picaresca, género que tiene como protagonista al tipo social conocido como “pícaro” y que presenta agudas críticas sociales. En la forma de vida que lleva Gabriel en su infancia y la manera de narrar los acontecimientos se asemeja, en este punto, a Lázaro, el protagonista de El Lazarillo de Tormes (1554), obra que no aparece referida de manera explícita. También hay referencias, aquí explícitas, a otro clásico del género, como la famosa Historia de la vida del Buscón (1626), de Quevedo. En la novela, se vincula a este personaje en, por ejemplo, los maltratos que ambos reciben de parte de un tío que debe cuidarlos.
Por otro lado, hay una alusión velada a la mayor obra de Miguel de Cervantes Saavedra, el Quijote (1605/1615). Así, los personajes de Trafalgar encarnan los distintos roles de la obra cervantina: Alonso se asemeja al Quijote, Marcial a Sancho y Francisca a la sobrina o al ama.
En tercer lugar, hay una alusión implícita a la obra dramática El sí de las niñas (1806), de Leandro Fernández de Moratín. El argumento de esta obra y la situación sufrida por Francisca se puede relacionar con la situación que atraviesa Rosita. Ambas protagonistas se encuentran comprometidas, por decisión de sus padres, con un hombre al que no aprecian y, además, están enamoradas de otra persona: Francisca, del soldado don Carlos; Rosita, del artillero Rafael Malespina.
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Describa tres momentos en los que Gabriel reflexiona sobre el sentido de la patria.
Trafalgar presenta varias instancias en las que el protagonista reflexiona profundamente sobre el sentido de la patria y el sentimiento patriótico.
Un primer momento se produce justo antes del combate. Embelesado y esperanzado, el muchacho ve cómo, a bordo del barco, todos están trabajando en pos de un mismo objetivo: ganar la contienda y defender su país. Allí siente que, antes de ese momento, nunca había reflexionado seriamente sobre la patria; sino que de niño y a través de los juegos de guerra, había adoptado ciertas creencias que solamente le indicaban que a la patria había que defenderla y la representaban las grandes figuras públicas. Justo antes del combate, sin embargo, siente que su patria es su tierra, sus habitantes preocupados por trabajarla y cuidar a sus familias, y el sentimiento que los une. La patria se explica en el hecho de que sean hermanos de un mismo territorio.
El segundo momento en el que tiene una reflexión sobre el tema se produce tras el combate y habiendo presenciado el horror de la guerra. Entonces, ve a los marinos ingleses emocionarse al desplegar su pabellón nacional y comprende que en otras naciones también hay sentimientos fraternales y patrióticos. No son tan distintos como parecen.
El tercer momento se produce en la lancha que logra salvarlos del naufragio del Santísima Trinidad. Allí, Gabriel se emociona al ver que están compartiendo espacio y actividades con quienes hasta unos pocos minutos se intentaban matar. Ve que son todos iguales, que son miembros de naciones hermanas que están acudiendo a un escenario de muerte en pos de lo que ciertos hombres poderosos arreglan para beneficio propio. Siente, ahora, el deseo de que alguna vez llegue el momento en el que todos los miembros de la humanidad se hermanen.