En el año 1873, Benito Pérez Galdós comienza el proyecto más ambicioso de su carrera literaria: los Episodios nacionales. Se trata de un conjunto de novelas que abarca la historia de España durante casi la totalidad del siglo XIX: desde los años previos al inicio de la guerra de la Independencia española hasta los primeros años de la Restauración borbónica. Se trata de cuarenta y seis novelas históricas publicadas a lo largo de casi cuarenta años. En ellas, diversos personajes ficticios, muchos de ellos recurrentes, atraviesan situaciones que los colocan en sitios privilegiados para narrar los eventos que conforman la historia reciente de España. De esta forma, el autor construye un ambiente propicio para relatar la historia de su país de manera realista y sin abandonar las técnicas literarias que toma, por ejemplo, de la novela de costumbres o del folletín.
Este conjunto de cuarenta y seis obras está dividido en cinco series. La proyección del autor era que cada una de ellas cuente con diez episodios; sin embargo, la última queda inconclusa, dado que el autor muere sin llegar a escribir los últimos cuatro títulos: Sagasta, Las colonias perdidas, La reina regente y Alfonso XIII. A su vez, en cada una de esas cinco series hay personajes recurrentes que funcionan como hilo conductor, toman protagonismo y narran sus aventuras como testigos privilegiados de la historia.
El primero de los Episodios, que nos compete particularmente, fue publicado en 1873 y se ambienta en la batalla de Trafalgar, acaecida en 1805. El último que el autor llega a escribir, Cánovas, se publica en 1912, y la acción se desarrolla entre 1874 y 1880. En cuarenta años, el estilo del autor, su perspectiva e, incluso, su ideología política varían, por lo que en las novelas se puede ir presenciando su maduración en estos sentidos: desde una postura más cercana a la épica, al principio, hasta cierto escepticismo y decepción hacia el final; y desde el punto de vista liberal burgués que lo caracteriza al comienzo, hasta antiburgués y republicano del último tiempo.
Al igual que su creador, los Episodios nacionales tienen un lugar fundamental en la literatura española y en el género de la novela histórica en general. Tal es su importancia que se han publicado en muchísimas ediciones y traducido a una gran cantidad de lenguas. Debido a su valor didáctico, incluso, se han publicado obras ilustradas, y es el propio autor, consciente de su éxito y función, quien adapta y publica siete de las novelas de la primera serie, bajo el título Episodios nacionales extractados para uso de los niños.
A continuación se presenta un breve resumen de cada una de las series y la enumeración cronológica de las obras que conforman los Episodios nacionales:
La primera serie tiene como narrador y protagonista a Gabriel de Araceli, un anciano que cuenta, de manera retrospectiva, las aventuras que ha vivido desde que es un niño y hasta su adultez. Las novelas de la primera serie abarcan la historia española de los años 1805 a 1812, entre la batalla de Trafalgar, cuando España es dominada aún por Francia, y la batalla de los Arapiles, en el contexto de la guerra de la Independencia Española. Escritas velozmente por el autor, estas novelas se publican entre 1873 y 1875: Trafalgar (1873), La Corte de Carlos IV (1873), El 19 de marzo y el 2 de mayo (1873), Bailén (1873), Napoleón en Chamartín (1874), Zaragoza (1874), Gerona (1874), Cádiz (1874), Juan Martín el Empecinado (1874) y La batalla de los Arapiles (1875). Gerona (1874) es la única de las diez novelas en que Gabriel cede su protagonismo y su voz narradora. En ella se enmarca el relato de las aventuras que un personaje secundario de otras de las novelas, llamado Andrés Marijuán, realiza en primera persona y le cuenta a Gabriel.
La segunda serie de diez novelas está unida a la figura recurrente de un personaje protagónico en varias de ellas. Su nombre es Salvador Monsalud y es un soldado español de ideas liberales. Aquí el autor abandona la narración en primera persona trabajada en la primera serie y opta por un modelo más libre, construyendo un narrador omnisciente y focalizando en diferentes personajes u otorgando la función narradora a varios de ellos. Esta segunda serie se desarrolla entre los años 1813, cuando la guerra de la Independencia está cercana a su fin, y 1833, durante el último año de Fernando VII como rey. Las obras se publican entre 1875 y 1879, y son las siguientes: El equipaje del rey José (1875), Memorias de un cortesano de 1815 (1875), La segunda casaca (1876), El Grande Oriente (1876), 7 de julio (1876), Los cien mil hijos de San Luis (1877), El terror de 1824 (1877), Un voluntario realista (1878), Los apostólicos (1879) y Un faccioso más y algunos frailes menos (1879).
Casi veinte años después de la culminación de la segunda serie, Benito Pérez Galdos retoma su labor con los Episodios tras atravesar algunos problemas con su editor por los derechos de las obras. Lanza, entonces, en 1898 y hasta 1900, la tercera serie, compuesta por diez novelas que demuestran que durante ese tiempo el autor ha ganado experticia en la narración: las novelas se ven enriquecidas en su forma al incorporar mayor cantidad de técnicas y géneros. En esta decena de novelas, el personaje al que más se recurre es Fernando Calpena, un ser de raigambre romántica. La acción narrada en la mayor parte de la serie se contextualiza durante la primera guerra civil, conocida como la “primera guerra carlista” o la “guerra de los Siete Años”, que enfrenta a absolutistas seguidores de Carlos María Isidro de Borbón contra la regente María Cristina de Borbón, madre de Isabel II. La última novela de la serie llega hasta el casamiento de Isabel II con su primo Francisco de Asís en 1846. Los diez títulos son los siguientes: Zumalacárregui (1898), Mendizábal (1898), De Oñate a la Granja (1898), Luchana (1899), La campaña del maestrazgo (1899), La estafeta romántica (1899), Vergara (1899), Montes de Oca (1900), Los Ayacuchos (1900) y Bodas reales (1900).
La cuarta serie está compuesta por diez obras que se publican entre 1902 y 1907, y abarcan los veintiún años de la historia española que van de 1847 a 1868. El personaje que aparece como conductor es un marqués consorte llamado José García Fajardo, que resulta narrador de seis de los Episodios. La primera de las novelas de la serie se titula Las tormentas del 48 (1902), dado que hace referencia a los momentos de tensión atravesados por España en aquel año. La última de las novelas, La de los tristes destinos (1907), se ubica en el momento de exilio de Isabel II. El resto de los títulos que componen la serie son: Narváez (1902), Los duendes de la camarilla (1903), La revolución de julio (1904), O´Donnell (1904), Aita-Tettauen (1905), Carlos VI en la Rápita (1905), La vuelta al mundo en la Numancia (1906) y Prim (1906).
Por último, la quinta y última serie, que queda inconclusa, se conforma por seis novelas, publicadas entre 1908 y 1912. Estas abordan el periodo que abarca entre la Revolución de 1968, también llamada la “Gloriosa” o la “Septembrina”, y el año 1880, seis años después del inicio de la Restauración borbónica. Proteo “Tito” Liviano, un escritor y periodista de ideología republicana y buena oratoria, es uno de los personajes que más aparecen en esta serie a partir de la tercera novela. Para la crítica, este personaje funciona como una representación en clave del propio Galdós. En estas novelas, que narran un pasado mucho más cercano al del autor, este resulta más crítico y satírico de la realidad española. Las seis novelas publicadas se titulan de la siguiente manera: España sin rey (1908), España trágica (1909), Amadeo I (1910), La primera República (1911), De Cartago a Sagunto (1911) y Cánovas (1912).