Motecuhzoma quiere agradarles a los españoles a través de una ofrenda, pero esta genera el efecto contrario (Ironía situacional)
La segunda ofrenda que Motecuhzoma envía a los españoles incluye el sacrificio de prisioneros. Cuando realizan el ritual, salpican de sangre las demás ofrendas, que constan de una gran variedad de alimentos. Este acto genera un gran disgusto en los españoles, que consideran el sacrificio como un acto bárbaro y de mal gusto. Así, el regalo enviado por Motecuhzoma genera el efecto contrario al esperado.
Para expresar la intención contraria, el narrador dice que los guerreros de Tecoac les dieron a los españoles un bienvenida con escudos (Ironía verbal)
Cuando los españoles llegan a Tecoac en son de guerra, los guerreros del pueblo los reciben listos para el combate. Ante esta situación, el narrador dice: “Con escudos les dieron la bienvenida” (p. 49). Este comentario es irónico, ya que en Tecoac los españoles no son bienvenidos, sino todo lo contrario. Los escudos, claro está, tienen como objeto repeler a los españoles, no admitirlos.
