Los Levin han estado viviendo en la ciudad de Moscú, por algunos meses, colocándose en una región cercana a una clínica para prepararse para el nacimiento del hijo de Kitty. Una noche, estando en un club, Stiva presenta a Levin a Vronsky. Los dos ya se conocen mutuamente hasta cierto punto, por supuesto, ya que mientras Levin se enamoraba de Kitty, ella andaba detrás de Vronsky. Ahora, sin embargo, Levin, parece estar libre de esas tensiones en su vida, sintiéndose mucho más cómodo consigo mismo y con su esposa. Él considera que en realidad le agrada Vronsky, y Vronsky tiene el mismo sentimiento. Kitty también se encuentra con Vronsky un día mientras pasea. Ella también ve que se siente perfectamente a gusto hablando con él. Todo el mundo parece contento de que el pasado haya sido dejado atrás. Vronsky invita a Levin a su casa.
Levin y Stiva se encaminan a casa de Vronsky y Ana. Levin, al igual que la mayoría de los hombres, está encantado por la belleza e inteligencia de Ana. Sin embargo, Ana se ve visiblemente perturbada cuando ve a Levin. Ella le dice que le de sus saludos a Kitty, diciendo:
"'Dígale a su esposa que la quiero como siempre. Y que si ella no puede perdonarme, le deseo que no me perdone nunca. Para perdonar es preciso padecer lo que yo he padecido. Y de esto deseo de corazón que la libre Dios'.
'Sí, se lo diré, se lo diré... ' repuso Levin sonrojándose". Séptima Parte, Capítulo 10, pág. 730
Seguimiento del Tema: Equilibrio 4
Posteriormente, Levin comenta sobre su encuentro con Ana:
"'¡Qué mujer tan extraordinaria, tan simpática y digna de compasión!', pensaba Levin mientras salía, acompañado de Esteban Arkadievich, al aire frío de la calle.
‘Bueno, ¿No te lo dije yo?’ preguntó Esteban Arkadievich, observando que Levin estaba completamente impactado.
‘Sí’, contestó Levin pensativo. ‘Es una mujer extraordinaria. No sólo es inteligente sino, también, tiene una maravillosa profundidad de sentimientos. La compadezco con toda el alma'". Séptima Parte, Capítulo 11, pág. 730
Esta es una escena que vale la pena recordar, ya que implica la reunión de los dos personajes principales de Tolstói. Evidentemente, ellos se ven atraídos uno al otro a cierto nivel, probablemente porque cada uno tiene lo que al otro le falta. A pesar de sus diferencias, tienen algunas similitudes evidentes. En particular, tanto Levin como Ana no están satisfechos con lo que la sociedad exige de ellos. Pero Ana actúa extrañamente alrededor de él, coqueteando con él. Al mencionar a Kitty, está presentando el tema de la infidelidad y arruinado las expectativas, algo que Levin nunca consideró antes.
Seguimiento del Tema: Relaciones 9
Después que Levin y Ana tienen su encuentro crucial, las dos parejas principales se encuentran peleando. Kitty percibe que Levin está actuando extrañamente y tiene una sensación de que él también ha caído a los pies de Ana.
"'¡Te has enamorado de esa mala mujer; te ha hechizado! ¡Lo he visto en tus ojos! ¡Sí, sí! ¿Qué puede resultar de eso? Estuviste bebiendo en el club, bebiendo y jugando, y luego has ido... ¡Adónde has ido!... ¡No, vámonos de aquí...! ¡Esto no puede durar! ¡Yo me voy mañana mismo! Durante un largo rato Levin trató inútilmente de calmarla". Séptima Parte, Capítulo 11, pág. 732
Una vez que los dos hablaron de ello, se reconciliaron y se fueron a dormir. Esto no sucede con Ana y Vronsky. Ana está demasiado insegura; piensa que Vronsky quiere a todos menos a ella. Para obtener la atención de Vronsky, ella le dice que está "cerca del desastre y con miedo de mí misma." Esto indica que Ana se encuentra totalmente fuera de control, y que casi cualquier cosa puede pasarle. Ella sigue mencionando un cierto "espíritu de lucha" que existe en su relación con Vronsky, tanto en su corazón como en el de él.