Kitty se muestra con muy mal semblante después del encuentro entre Vronsky y Ana que le rompió el corazón. La familia Shcherbatsky llama a médico tras médico para ver si algo físico le ocurre. Realmente, Kitty solo ha quedado marcada emocionalmente por el rechazo.
Cuando Dolly viene a visitar a Kitty, Kitty le confiesa que se ha dado cuenta de que en realidad ama a Levin. El percatarse de este hecho la hace sentirse frustrada porque ella no sabe cómo lidiar con ello. Kitty también se enfada con sus padres por seguir la costumbre francesa de tratar de casarla, en lugar de dejarla encontrar su propio amor y hacer las cosas por sí misma. Después de pensarlo, Kitty decide que ella disfruta mucho más el tiempo que pasa con los niños, por lo que se va a casa con Dolly para ver a sus sobrinas y sobrinos.