Aunque tiene inicialmente un propósito específico, la carta que escribe el Dr. Martin Luther King Jr. mientras está encarcelado en Birmingham aborda cuestiones universales de libertad y desigualdad, y es debido a su ambicioso alcance que “Carta desde la cárcel de Birmingham” ha perdurado como un documento esencial de la política estadounidense y un hito en el movimiento por los derechos civiles.
En 1963, la organización del Dr. King, la Conferencia Sur de Liderazgo Cristiano (SCLC), fue invitada a Birmingham para apoyar a sus afiliados allí en las protestas contra las intensas políticas segregacionistas. La SCLC se había vuelto célebre por tales movimientos, habiendo encontrado su primer éxito en Montgomery, donde se sostuvo durante un año un boicot a los autobuses. Sin embargo, desde entonces la organización tambaleaba, y buscaba otra gran victoria de la lucha por los Derechos Civiles. Un fracaso relativo durante un movimiento en Albany, Georgia, convenció al Dr. King de que la única forma de afectar la conciencia nacional era “dramatizar” la situación, como él mismo explica en la “Carta desde la cárcel de Birmingham”. En otras palabras, necesitaba encontrar una situación en la que las fuerzas violentas de la segregación pudieran exteriorizarse, capturadas en imágenes de los medios.
Birmingham prometía esta situación, ya que su Comisionado de Seguridad Pública, Eugene “Bull” Connor, era un racista descarado y brutal. Sin embargo, en los primeros días de protesta, Connor mostró gran moderación, templando la violencia contra los manifestantes y disuadiendo la cobertura de los medios nacionales. A sabiendas de que su fama podía ayudar a dramatizar la situación, el Dr. King dirigió a algunos aliados en una protesta pública a pesar de no tener un permiso para hacerlo, con el objetivo de facilitar estratégicamente su arresto.
Martin Luther King Jr. fue de hecho arrestado por la protesta, pero el suceso no tuvo lugar en el contexto de una represión violenta. Connor había ganado la batalla: sus métodos opresivos -que incluyeron encerrar al Dr. King en aislamiento, lo que constituía un castigo extremo por un delito menor- se llevaron a cabo fuera de la vista de los medios.
Comprensiblemente, el Dr. King estaba furioso por esta derrota, pero esa ira se exacerbó cuando uno de sus aliados le trajo un periódico local. En el periódico había una carta abierta impresa, escrita y firmada por ocho clérigos locales de diferentes religiones (católica, protestante y judía). Aunque los líderes religiosos aseguraban oponerse a la segregación, su declaración criticaba al Dr. King y a la SCLC, acusándolos de forasteros que se habían entrometido en un conflicto ajeno, provocando una situación que podía conducir a la violencia.
El Dr. King estaba indignado. La declaración no solo ignoraba en gran medida su propia devoción por la no violencia a lo largo de toda su trayectoria, sino que sus críticas estaban dirigidas únicamente a la SCLC, mientras que la fuerza policial racista era explícitamente elogiada.
Martin Luther King Jr. comenzó a escribir una respuesta apenas leyó el mensaje. Sus aliados se llenaron de alegría cuando aquel les entregó el texto, que mecanografiaron de inmediato y distribuyeron a la prensa. Sin embargo, la “Carta desde la cárcel de Birmingham” tuvo muy poco impacto inmediato. Serían otros desarrollos en la campaña de Birmingham los que asegurarían el éxito de ese movimiento. Pero con el tiempo la “Carta” se volvió cada vez más célebre y fue elogiada rotundamente cuando se publicó en el libro Por qué no podemos esperar, en 1964. Aunque eclipsado en grandeza por el discurso "Tengo un sueño", que pronunció solo unos meses después de escribir la carta, podría decirse que este último trabajo ha tenido el impacto más palpable.
“Carta desde la cárcel de Birmingham” es un documento que no solo ejemplifica la cruzada no violenta por los derechos civiles en Estados Unidos, sino que también ha influido en los movimientos por la libertad en todo el mundo. Ha sido traducido a varios idiomas y vinculado a protestas en lugares como Argentina, Polonia, China e Irán. Por su importancia histórica, por su clara explicación de los conceptos de no violencia y desobediencia civil, y por su inconfundible elocuencia y retórica, “Carta desde la cárcel de Birmingham” sigue siendo una pieza fundamental de la filosofía política estadounidense, que se estudia en escuelas secundarias y universidades hasta el día de hoy.