El complejo de inferioridad como nubes en el cielo (Alegoría)
Martin Luther King Jr. utiliza varias alegorías a lo largo de su argumentación. En este caso, una de las escenas que componen la larga lista que ejemplifica el racismo que sufre la comunidad negra en los Estados Unidos describe a una niña de seis años preguntándole al padre -quizás el propio King- "por qué no puede ir al parque de atracciones que acaba de anunciarse en televisión". Para describir el efecto que este tipo de situaciones comienza a tener en la mente de los niños de color, el reverendo utiliza una sencilla alegoría al referirse a "nubes ominosas de inferioridad comenzando a formarse en su pequeño cielo mental".
La injusticia como un forúnculo (Alegoría)
Otra de las alegorías que caracterizan la argumentación de King Jr. describe la injusticia como un forúnculo que, si se lo tapa, no puede curarse, por lo que hay que exponerlo al aire y la luz -en la alegoría, símbolos de la opinión pública y la conciencia de las personas respectivamente- para poder tratarlo:
Como un forúnculo, que no puede curarse si se lo mantiene tapado, sino que debe destaparse para que exponga toda su fealdad a esas medicinas naturales que son el aire y la luz, la injusticia también debe ser expuesta, con toda la tensión que su exposición provoca, a la luz de la conciencia de los hombres y al aire de la opinión pública de la nación, si es que queremos curarla.
El presente como un día nublado; el futuro como una noche radiante (Alegoría)
En el último párrafo de la carta, el Dr. King desarrolla una alegoría llena de imágenes asociadas al cielo:
Esperemos todos que los oscuros nubarrones del prejuicio racial se alejen pronto y que la espesa niebla de la incomprensión se disipe en nuestras comunidades presas del miedo, y que en algún futuro no demasiado lejano las radiantes estrellas del amor y de la fraternidad iluminen nuestra gran nación con toda su deslumbrante belleza.
Aquí, vemos que el prejuicio racial es simbolizado por nubarrones; la incomprensión, por la espesa niebla, y el amor y la fraternidad, a "radiantes estrellas". En esta alegoría, el presente se asocia a un día oscuro, lleno de niebla y pesadas nubes, mientras el futuro se vislumbra luminoso.