El cuento de la criada

El cuento de la criada Citas y Análisis

"Sé por qué el cuadro de los lirios azules no tiene cristal, y por qué la ventana solo se abre parcialmente, y por qué el cristal de la ventana es irrompible. Lo que temen no es que escapemos (...) sino esas otras salidas, las que una puede abrir en su cuerpo si dispone de un objeto afilado".

Defred (Parte I, Cap.2, p.30)

En esta cita, Defred deja en claro los motivos detrás de ciertos detalles en su habitación, que a primera vista pueden resultar extraños para un lector que se ha visto inmerso en el mundo de Gilead sin contexto ni explicación previa. Queda en claro a partir de aquí que, por más bella que parezca la habitación de Defred a primera vista, no es más que una cárcel, y las situaciones a las que se ve expuesta son tan desesperantes que se han tenido que tomar medidas excepcionales para evitar suicidios. Es interesante que Defred plantee explícitamente el suicidio como una salida posible de la situación desesperante en la que se encuentra.

"Hay más de una forma de ser libres (...). Puedes gozar de algunas libertades, pero también puedes librarte de ciertas cosas".

Tía Lydia (Parte II, Cap.5, p.53)

Esta explicación de Tía Lydia es clave para entender la situación de las mujeres en Gilead. Finalmente, todo se reduce a un conflicto entre libertades: libertad como poder para hacer y libertad en el sentido de estar libre de ciertas cosas. Antes, las mujeres eran más libres de hacer lo que quisieran, pero esa libertad tenía consecuencias: acoso, violencia sexual, etc. El nuevo régimen, en vez de enfocar el problema de estos ataques hacia las mujeres únicamente desde el castigo a los victimarios, decide también castigar a las víctimas, legitimando el discurso de que el exceso de libertad de las mujeres es negativo.

"Y no es bueno para el cutis, en absoluto, te queda arrugado como una manzana vieja. Aunque al decir eso olvidaba que nuestro cutis, supuestamente, ya no debía importarnos".

Defred (Parte IV, Cap.10, p.92)

En esta cita, Defred rememora cómo la Tía Lydia enumeraba las ventajas de sus nuevos uniformes, que las cubrían de pies a cabeza, y por lo tanto las protegían de los efectos del sol. Uno de los efectos negativos que menciona es el hecho de que la exposición al sol genera arrugas, pero en una sociedad donde lo único que importa de las Criadas es su vientre, el hecho de proteger su piel no debería suponer una ventaja. Esta contradicción es solo una de tantas del régimen.

"Evito mirar mi cuerpo, no tanto porque sea algo vergonzoso o impúdico, sino porque no quiero verlo. No quiero mirar algo que me determina de forma tan absoluta".

Defred (Parte IV, Cap.12, p.102)

Esta cita de Defred a la hora de darse un baño pinta una imagen realmente desoladora de su situación. El momento de bañarse es de los pocos que tiene a solas. No obstante, un momento que debería ser de comunión con su cuerpo se transforma en una tortura porque no puede siquiera mirarse. Su cuerpo le recuerda que, para su país, ella no es más que un cuerpo útil por su capacidad de gestar.

"La mínima expresión de vida. El placer condensado en un huevo. Bendiciones que se cuentan con los dedos de una mano. Pero probablemente, así es como se espera que reaccione. Si tengo un huevo, ¿qué más puedo querer?".

Defred (Parte VIII, Cap.19, p.161)

Aquí Defred comienza a cavilar frente a su desayuno sobre el huevo, uno de los motivos recurrentes en El cuento de la criada por su asociación a la fertilidad. El régimen de Gilead busca desmoralizar a las criadas y quitarles su capacidad de pensar y defenderse; pretende que su vida sea tan miserable que el hecho de poder comer ese huevo cada mañana sea una "bendición". Defred, al hacer estas reflexiones, se rebela en cierto modo frente un régimen que solo quiere que esté agradecida por tener un desayuno y no piense.

"Mejor nunca significa mejor para todos (...). Para algunos siempre es peor".

El Comandante (Parte XII, Cap.32, p.291)

En uno de sus encuentros furtivos con Defred, el Comandante le explica las motivaciones detrás del cambio de régimen en Gilead, en un intento de justificarse. Habla de lo mal que estaban las cosas para todos, especialmente para los hombres. En esta cita queda claro que el régimen nunca buscó mejorar la situación de la sociedad en general, ni siquiera de la mayoría, sino que es en algún punto cierta venganza sobre las mujeres, ya que su empoderamiento había disminuido la satisfacción de los hombres y la situación debía revertirse.

"Esta cuerda nos aísla, nos distingue, impide que los demás se contaminen de nosotras, forma un corral, una pocilga en la que entramos y nos distribuimos en filas, arrodillándonos en el suelo de cemento".

Defred (Parte XII, Cap. 33, p.295)

En esta cita, Defred reflexiona sobre el lugar de las Criadas durante el Exhibirrezo, la ceremonia colectiva de casamiento. Compara a las Criadas con cerdos y con gente enferma, ya que se las aísla del resto y se las trata con desdén: no se les permite sentarse, ni siquiera arrodillarse sobre algo menos duro que el cemento. Se evidencia claramente la contradicción entre el importante rol que tienen las Criadas en la sociedad y lo maltratadas que son por el resto de los gileadianos.

"Y sería tan ostentoso, una burla a las Tías, tan pecaminoso, tan libre... La libertad, como todo lo demás, es relativa".

Defred (Parte XII, Cap.36, p.316)

Defred hace esta reflexión cuando el Comandante le otorga un viejo traje de bailarina y le pide que se lo ponga, antes de llevarla al Jezabel. A ella le atrae la idea porque usar una vestimenta tan reveladora iría en contra de todas las enseñanzas de las Tías; en este sentido, usar esta ropa sería "liberador". Sabemos, no obstante, que en realidad Defred no tiene voz ni voto en este asunto y debe obedecer al Comandante si quiere conservar su relación de complicidad con él.

Esta frase evoca también el pensamiento de Tía Lydia citado anteriormente. No es casual que surja justo después de que Defred rememore a las Tías; a pesar de todo, ellas han sido sus formadoras durante un largo período de tiempo y su influencia es considerable.

"Deglen empieza a darse por vencida con respecto a mí. Cada vez susurra menos y habla más del tiempo. No lo lamento. Es un alivio".

Defred (Parte XIV, Cap. 41, p. 365)

Deglen quiere que Defred sonsaque más información del Comandante, pero ella no se atreve. Está muy cómoda ahora que tiene una relación con Nick y no quiere arriesgar su situación, ni siquiera para ayudar a Mayday. Estos actos de cobardía nos recuerdan que Defred es una mujer corriente, no una heroína; tanto en Gilead como en tiempos anteriores siempre fue "una mujer más".

Esta caracterización de la protagonista la vuelve mucho más humana y accesible para el lector; si bien su toma de decisiones puede ser frustrante porque no implica más acción, también hace que sea más fácil empatizar con ella, porque sus decisiones se asemejan más a las de la mayoría que, por ejemplo, las de Moira.

"Nuestra misión no consiste en censurar sino en comprender (Aplausos)".

Profesor Pieixoto (Notas históricas, p.395)

Durante su charla sobre "Problemas de autentificación con relación a El cuento de la criada", el profesor Peixoto deja muy en clara su posición respecto al relativismo moral a través de la frase enunciada. Para el profesor, así como para su audiencia, no se deben hacer juicios morales sobre los acontecimientos que tienen lugar en la novela.

La frialdad con la que el profesor trata lo narrado con Defred es como un baldazo de agua fría para el lector, que ha vivido la situación desde la piel de esta Criada y ha logrado empatizar con ella. Este contraste entre las versiones de ambas partes hace que el lector se pregunte si realmente es posible abstenerse de emitir juicios morales, y si es posible comprender sin justificar.

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