El hijo Elementos Literarios

Cuento.

Una casa en el monte, en Misiones, provincia de Argentina. No se precisa fecha, pero podemos presuponer que se sitúa en algún momento de inicios del siglo XX.

Se trata de un narrador omnisciente focalizado en el padre del niño.

El tono del cuento es melancólico y tenso.

El protagonista es el padre, cuyo nombre no se menciona en el relato. No hay un antagonista.

El padre despide a su hijo, que sale al monte para cazar, armado con una escopeta. El padre sale, más tarde, en busca del hijo, que no regresó en el horario pactado.

Luego de atravesar el monte desesperado, el padre se encuentra con su hijo vivo y lo abraza, pero inmediatamente el narrador revela que, en verdad, se trata de una alucinación, y el hijo yace muerto en un alambrado.

El cuento presenta varios presagios de la tragedia que está por venir. Por ejemplo, la primera alucinación que el padre tiene con su hijo muerto se debe a un accidente relacionado con las armas: “Lo ha visto una vez rodar envuelto en sangre cuando el chico percutía en la morsa del taller una bala de parabellum, siendo así que lo que hacía era limar la hebilla de su cinturón de caza” (p. 68).
También, más adelante, cuando el padre recorre el monte en busca de su hijo, menciona los alambrados: “Sólo la realidad fría terrible y consumada: ha muerto su hijo al cruzar un... ¡Pero dónde, en qué parte! ¡Hay tantos alambrados allí, y es tan, tan sucio el monte!” (p. 69). Finalmente, el lector descubrirá que el hijo yace muerto boca abajo en el alambrado con el arma en la mano.

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Ver sección "Imágenes".

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La naturaleza se encuentra personificada en el relato. “Su hijo no ha vuelto y la naturaleza se halla detenida a la vera del bosque, esperándolo…” (p. 69) dice, por ejemplo, el narrador, en referencia al monte donde el hijo se encuentra.