Lady Lázaro (Símbolo)
Lady Lázaro, la voz poética que narra "Lady Lázaro", es símbolo de la resurrección. Cada diez años, muere y vuelve a revivir. Pese a ser reducida a un mero saco de piel y de huesos, Lady Lázaro consigue levantarse y volver a ser la misma de siempre.
Este símbolo proviene de una alusión bíblica. El personaje de Lázaro de Betania renace gracias a un milagro llevado a cabo por Jesucristo. De este episodio bíblico proviene la icónica frase "Levántate y anda".
Los tulipanes (Símbolo)
En el poema "Tulipanes", estas flores se presentan como un símbolo de la vida. La voz poética está internada en un hospital y lo único que desea es estar en paz, yaciendo sola y tranquila, y sentirse completamente vacía. Sin embargo, los tulipanes, con su color rojo chillón, la instan a volver a sentir, a existir; a dejar de evadir la vida. La vida (y por ende, los tulipanes) es presentada en este poema como algo negativo y perturbador.
El guijarro (Símbolo)
Este símbolo aparece en el poema "Las piedras" y puede considerarse la antítesis del anterior. Si los tulipanes simbolizan la vida forzada, imperecedera, entonces los guijarros simbolizan la inmovilidad, la pasividad ante la transformación forzada. En "Las piedras", la voz poética se describe como un guijarro inmóvil. Yace tendida sobre una gran bigornia, lo que sugiere un proceso de estar siendo moldeada o forjada. Recordemos que en el poema "Las piedras", la voz poética también está internada en un hospital, como en "Tulipanes", a merced de los médicos (a los que compara con joyeros) y las enfermeras.
El tiburón (Símbolo)
El tiburón muerto que aparece en el poema "Point Shirley" funciona como un símbolo de la destrucción de la naturaleza y del paso del tiempo. El cadáver del tiburón aparece como "un desperdicio" después de una violenta marejada. La voz poética lo asocia directamente con la fuerza incontrolable y destructiva del mar, que erosiona Point Shirley, y con la irrupción de lo salvaje y caótico en un entorno doméstico o natural que antes se percibía como seguro (la casa de su abuela).
El cuerpo (Motivo)
El cuerpo de la voz poética aparece de manera recurrente en diferentes poemas. Se presenta como una entidad vulnerable, mutable y, a menudo, como un objeto de escrutinio y manipulación. Suele estar fragmentado y a merced de la turba, de los médicos y de las enfermeras. Algunos poemas en los que esto se ve con claridad son "Las piedras", en el que el cuerpo es cincelado por un médico que se compara con un maestro joyero; "Lady Lázaro", en el que la voz poética hace un gran striptease frente a la turba, que incluso paga por ver sus cicatrices, y "Tulipanes", en el que la voz poética afirma que entrega su cuerpo a los cirujanos.
