Un tranvía llamado Deseo

Un tranvía llamado Deseo Símbolos, Alegoría y Motivos

La caída de la última Du Bois (Alegoría)

La familia Du Bois contaba con una propiedad llamada Belle Rêve, que significa "bello sueño" en francés. Las hermanas Du Bois pertenecen a una familia aristocrática que se ha venido a menos: el "bello sueño" afrancesado en que la familia vivió se ha desvanecido, como una ilusión. No solo se perdió la propiedad, sino que también todos los miembros de la familia, excepto Stella y Blanche, han muerto.

Esta obra, si se atiende al personaje de Blanche, puede leerse como alegoría de un proceso histórico social: el desmoronamiento de las aristocracias y el emerger de una nueva sociedad. Williams sitúa la obra en un momento histórico significativo: después de la Segunda Guerra Mundial, en un barrio trabajador de Nueva Orléans, es decir, lejos, en tiempo y espacio, del esplendor de la sociedad aristocrática del sur de los Estados Unidos, de donde provienen las hermanas Du Bois. Mientras que Stella se ha desligado de la familia hace tiempo, Blanche encarna, en esta obra, el devenir decadente de esa sociedad sureña ya sin dinero que mantiene, no obstante, cierta cultura y arrogancia aristocráticas hasta el momento de su desintegración.

Es relevante esta diferenciación simbólica entre las hermanas. Justamente, Blanche le reprocha a su hermana que todo el peso de la tragedia familiar cayó sobre sus hombros. De algún modo, como se comprueba hacia el final de la obra, eso diferenció sus destinos: Stella se ha librado del devenir familiar, mientras Blanche lo encarna por completo.

La cuestión del embarazo de Stella es significativa, más que nada, si se la considera en relación a los lazos sanguíneos: la familia Du Bois, aristocrática, ha creado descendencia con un obrero, un Kowalski. Esto está presente en la línea que Blanche le dice a su hermana en referencia a Stanley: “¡Oh, supongo que no es uno de ésos que simplemente se entusiasman con el perfume del jazmín, pero quizá tenga lo que necesitamos para mezclarlo con nuestra sangre, ahora que hemos perdido Belle Rêve!” (p.57). La frase debe leerse en analogía con este proceso histórico social: la bancarrota llevó a miembros de familias aristocráticas a trazar lazos sanguíneos con aquellos a quienes siempre habían menospreciado: miembros de clases menos distinguidas que contaban, en determinado momento, con más dinero y fuerza que ellos.

La obra termina mostrando el final de los Du Bois. Blanche se exhibe como la última exponente de una clase social desposeída, acabada, que solo vive de acuerdo a la ilusión de lo que alguna vez tuvo, y termina vencida por el nuevo mundo, regido por valores muy diferentes a aquellos en los que se crió.

La carne (Símbolo)

El personaje de Stanley Kowalski se presenta en la obra arrojando un paquete de carne sangrienta a su mujer, Stella. El elemento no solo ilustra el carácter de Stanley (él es tan bestial, animal, crudo, como ese pedazo de carne roja), sino que también grafica, de un modo eficaz, el tipo de relación que guardan entre sí los miembros del matrimonio. Stella, como admitirá después frente a su hermana, siente una extrema debilidad por él, una atracción apasionada, con la desesperación de lo animal. Por su parte, Stanley se permite abusar física y verbalmente de su esposa (el trozo de carne chorreando sangre va acompañado de gritos). La relación entre ellos no parece mediada por ningún elemento por fuera de lo puramente instintivo. Su lazo es carnal.

El dinero (Motivo)

El rencor de Stanley por su cuñada no se inicia al conocerla ni al enterarse que va a quedarse a vivir con ellos por un tiempo, sino cuando su esposa le comunica que la propiedad familiar, de la que Blanche estaba a cargo, desapareció. Él trae a colación el Código Napoleón para argumentar que, si Stella fue estafada, él lo fue también. En la enemistad entre Stanley y Blanche el dinero es, en este sentido, un motivo fundante.

El dinero no solo motiva el antagonismo entre Blanche y Stanley, sino también, en primera instancia, el encuentro: Blanche llega a la casa porque no tiene otro lugar a donde ir. La falta de dinero es motivo de llegada a la casa y también motivo de permanencia: Blanche quiere convencer a su hermana de que se vaya de ahí, pero para eso necesitan dinero. Intenta contactar a un viejo novio millonario que las "salve", pero nunca termina de decidir cómo pedírselo. A ella le avergüenza, además, estar habitando la casa de su hermana, pero se considera demasiado débil como para ser autosuficiente, por lo que su única salvación depende de que un hombre se case con ella. El dinero y la seguridad que este aportaría es lo que motiva a Blanche, también, a querer casarse con Mitch. Cuando su hermana le pregunta si ella "necesita" a Mitch, Blanche responde que sí, que lo necesita para, una vez casada, poder descansar.

El deseo (Motivo)

Uno de los temas principales de la obra es la relación entre el deseo y la muerte. Sin embargo, el deseo, con sus distintas naturalezas, funciona también, en esta obra, como un motivo: además del dinero, es aquello que ha hecho que los personajes se encuentren. El lazo entre Stella y Stanley es sumamente carnal, pasional, motivado por el deseo que sienten el uno por el otro. El deseo es también lo que enlaza a Mitch y Blanche en primera instancia: él se siente seducido por ella, y Blanche lo seduce motivada por el deseo de casarse y descansar. Por otra parte, el deseo es, también, lo que hizo que se perdiera Belle Rêve: las "épicas fornicaciones" de las distintas generaciones familiares acabaron con la propiedad. Blanche, a su vez, declara que el deseo (en este caso, sexual) es lo que la llevó hasta la situación en la que está: por acostarse con muchos hombres fue echada de Laurel, lo que hizo que terminara en casa de su hermana. Por último, podemos decir que una mezcla de deseo y rencor lleva a Stanley a abusar sexualmente de su cuñada, empujándola a su caída definitiva.

Los baños de Blanche (Símbolo)

Una de las obsesiones de Blanche tiene que ver con darse largos baños, incluso más de uno por día. Ella lo justifica diciendo que la ayuda a calmar sus nervios, pero los baños deben leerse en clave simbólica: es un intento desesperado por purificarse, por limpiar sus culpas y los pecados que la avergüenzan. En la última escena, sin embargo, el hecho de que Blanche se esté bañando amplía la significación del símbolo: probablemente ya no son sus pecados del pasado lo que intenta lavar, sino el horror que impregnó Stanley en su cuerpo al abusar de ella.

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