"Como la vida misma" (Título) (Símil)
El título del relato establece un símil entre la situación del atasco en el tráfico y la vida humana, en particular la vida de los habitantes de grandes ciudades contemporáneas. Esta comparación nos permite entender la narración entera como alegoría de la vida urbana. Así, el relato constituye una crítica social al individualismo, la ansiedad y la competitividad, y expone qué poco saludables son las dinámicas de la vida cotidiana en un contexto donde las relaciones sociales de solidaridad están rotas.
"... ese pedazo de paraíso tan cercano y, sin embargo, inalcanzable" (Narrador, 635) (Metáfora)
Cuando el protagonista encuentra espacio para aparcar el coche cerca de su destino, el texto sostiene que se trata de un "milagroso pedacito de ciudad sin coche" (p. 635) y, de inmediato, se refuerza la referencia religiosa cuando se remite al mismo lugar a través de la metáfora "ese pedazo de paraíso" (p. 635). Ambas referencias religiosas a los milagros y al paraíso, es decir, a instancias de creación divina muy valiosas para los humanos, resaltan la enorme importancia, casi sagrada, que tiene para el protagonista haber encontrado dónde estacionar.
"... aún tembloroso tras la batalla" (Narrador, 636) (Metáfora)
Toda la experiencia del atasco es vivida con una gran intensidad por el protagonista y por los conductores que lo rodean. La situación produce emociones muy negativas, como la ansiedad y la agresividad, y genera comportamientos de enemistad, competitividad y rivalidad entre los individuos. Así, hacia el final, el texto se refiere a toda la experiencia mediante la metáfora de la batalla: avanzar en medio de la congestión es como pelear en una guerra, como luchar por la supervivencia y por obtener una victoria por sobre los demás.