-
1
Sócrates define el deseo como carencia, ¿Por qué su definición es necesaria para la caracterización que él y Diotima hacen de Eros?
Mientras refuta el discurso de Agatón, Sócrates afirma que el deseo que siente el enamorado debe interpretarse como una forma de carencia, en tanto uno solo desea lo que no posee. Del mismo modo en que una persona no puede desear ser fuerte o rica si ya posee fortaleza y riqueza, la opinión de Agatón respecto a que Eros es el más bello y el más sabio de los dioses no tiene sentido para Sócrates: si la imagen de Eros coincidiera con estas características, el amor nunca podría orientarse hacia la sabiduría y la belleza. En el pensamiento de Sócrates y Diotima, el hecho de que Eros desee la belleza y la sabiduría es fundamental, ya que proporciona el estímulo necesario para que las personas enamoradas asciendan hacia la virtud.
-
2
¿Por qué Diotima equipara lo bello con lo bueno? ¿Qué utilidad tiene esta relación?
Una cuestión central en el discurso de Diotima es la equiparación de lo bello con lo bueno, en la medida en que todo lo bello es bueno y viceversa: “—Entonces —dijo—, el amor es, en resumen, el deseo de poseer siempre el bien” (742. Línea 206b). Esta equiparación es fundamental para la iniciación erótica que postula Diotima, ya que presenta el amor como un camino ideal para todo aquel que desee cultivar la virtud, lo que sobrepasa los límites de lo estrictamente erótico en términos interpersonales. Sobre ello, Charles H. Kahn sostiene que “la teoría del éros que Platón formula en el Banquete (...) es un desarrollo directo y una transformación de la doctrina (...) según la cual todos los hombres desean el bien. El deseo adquiere la forma del éros cuando el bien aparece como lo bello” (2010: 270).
-
3
¿En qué se basa la crítica que Sócrates le hace a los discursos que lo preceden?
Tras el discurso de Agatón, Sócrates señala con ironía el error que implica hablar elocuentemente y con bellas palabras sin importar si lo que se dice es cierto:
Ciertamente me hacía grandes ilusiones de que iba a hablar bien (...). Pero, según parece, no era éste el método correcto de elogiar cualquier cosa, sino que, más bien, consiste en atribuir al objeto elogiado el mayor número posible de cualidades y las más bellas, sean o no así realmente; y si eran falsas, no importaba nada” (732. Línea 198e).
Es decir, Sócrates critica el hecho de que todos los disertantes solo se hayan dedicado a caracterizar a Eros como el mejor de los dioses, el que posee todos los buenos atributos y ofrece solo cosas buenas para la humanidad. Estos discursos, en su criterio, pueden ser muy bellos, pero no por eso deben considerarse verdades.
-
4
¿Qué características presenta la Forma de belleza y cómo se relaciona con la doctrina de las ideas platónicas?
En el discurso de Diotima, aquel que atraviesa con éxito los ritos eróticos consigue contemplar la Idea o Forma de belleza: la belleza esencial de la cual participan todas las cosas bellas en su conjunto, aunque de forma imperfecta. La Forma de belleza no se contempla a través de los sentidos sino a través del intelecto, y es perfecta, inmutable e inmaterial. En relación con la doctrina de las ideas, Platón sostiene que existe un mundo de las ideas del cual deriva el mundo terrenal en el que vivimos los seres humanos. En este mundo residen las formas ideales, de las cuales se desprende todo lo que existe en forma imperfecta en el mundo material. Las personas bellas, por ejemplo, pertenecen de modo material e imperfecto a la Forma e Idea de belleza.
-
5
¿En qué se basa la mayéutica y dónde podemos ver su funcionamiento en el Banquete?
La mayéutica, también conocida como método o dialéctica socrática, consiste en ubicar al interlocutor en el lugar del sabio, para luego poner en duda sus preconceptos erróneos a través de distintas preguntas y refutaciones. Una vez depurado del conocimiento falso a través del diálogo, el interrogado pone en funcionamiento su capacidad de raciocinio para dar a luz conocimientos verdaderos. Finalmente atraviesa una nueva etapa, la anámnesis, en la que consigue acceder al conocimiento verdadero que yace oculto en la profundidad de su alma.
En el Banquete, es posible ver la mayéutica en funcionamiento cuando Sócrates inicia su interrogatorio a Agatón, con el objetivo de que se desprenda de sus preconceptos erróneos y puedan alcanzar, en forma conjunta, ciertas verdades seguras y universalmente válidas. A través del diálogo, Sócrates consigue que Agatón acepte el hecho de que Eros no es bello ni sabio.