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¿Cómo puede explicarse el subtítulo del libro: Pesadilla?
En primera instancia, el subtítulo se explica a partir de la propia trama de la novela. En varias oportunidades, Syme duda de las cosas insólitas que le suceden y se pregunta si estará soñando, como en la escena de la taberna donde se refiere a toda la situación como producto de una pesadilla. Luego, él y los personajes secundarios se cuestionan en distintos momentos la realidad, y dudan de su propia mente. Pero el momento que confirma definitivamente el subtítulo es el final de la novela: luego de su intercambio con Domingo en la mascarada, el narrador cuenta que Syme despierta y va tomando conciencia gradualmente de que está caminando y conversando trivialidades con su amigo Lucian Gregory. De este modo, se entiende que todas las extrañas peripecias que vivió el protagonista fueron parte de una fantasía suya.
Por otro lado, si se hace una interpretación más simbólica, puede decirse que con el subtítulo “Pesadilla” Chesterton subraya el valor de crítica social de su libro, en el sentido de que busca llamar la atención frente a lo angustiante y opresiva que puede ser la experiencia de la Modernidad.
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En el inicio, Gregory y Syme discuten sobre el valor poético del tranvía subterráneo de Londres. ¿Cuál es realmente el debate que están teniendo de fondo?
La cuestión sobre el subterráneo de Londres tiene como telón de fondo las discusiones sobre el orden y el caos, así como el debate en torno a la poesía y al lugar que ocupa el arte en la vida de los seres humanos. Gregory equipara al artista con el anarquista y los opone a la simpleza y el tedio que le significa el tranvía; en contraste, Syme destaca el buen funcionamiento y la exactitud del transporte como una victoria del hombre. Desde la perspectiva de Gregory, lo deslumbrante y lo placentero es lo inesperado, el desorden y el caos, de ahí que iguale al arte con el anarquismo. Por su parte, Syme defiende la idea del orden porque es un logro humano y cree que lo poético está en que las cosas salgan bien.
Entonces, puede señalarse que, con este debate, el autor también pone en discusión el verdadero propósito del arte para la humanidad, ya que puede pensarse como una forma de cambiar o dinamitar el mundo -y, entonces, prima la postura de Gregory-, o, en cambio, como un modo de capturar y comunicar lo que hay de bello en él (la visión de Syme).
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¿Qué importancia tiene la ciudad de Londres en el desarrollo de la trama?
La ciudad de Londres es un elemento fundamental en El hombre que fue Jueves. Esta sirve de marco referencial para las acciones, tanto desde el punto de vista espacial como temporal, ya que es un lugar privilegiado para imaginar y tratar de comprender el funcionamiento del mundo occidental en la transición del siglo XIX al XX, que es el momento histórico al que alude el libro.
Así entendida, Londres se convierte en una herramienta muy útil para Chesterton, que la vuelve protagonista de la trama. En sus calles, sus plazas, su puerto y sus barrios y, todavía más, en su clima, sus colores y costumbres, se desarrolla gran parte de la extravagante historia de Syme. En suma, la capital británica permite crear imágenes que acompañan, contextualizan y condicionan las acciones de los personajes.
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¿Qué indicios permiten pensar al personaje de Domingo como una representación de Dios?
Desde el inicio, el personaje de Domingo se presenta como alguien misterioso, pero de enorme grandeza. Cuando se alude a él por primera vez, Gregory sentencia: “César y Napoleón son unos niños comparados con él” (p. 38). Esta presentación del presidente del Consejo ya permite pensar en la idea de un ser superior y hasta divino, que está por encima de personalidades consideradas geniales para los humanos. En este sentido, la descripción de su figura también es elocuente. Se trata de un ser enorme e intimidante, cuya forma no termina de definirse y cuyo rostro nunca puede verse con nitidez.
Conforme avanza la trama, se revela que Domingo es, a la vez, líder de los anarquistas y jefe del cuerpo especial de policías, y que es quien ha orquestado todas las aventuras que experimentan los detectives. Esto, sumado al hecho de su misterioso paradero y su demostración de que sabe todo sobre los demás -señala a Gogol como espía y anticipa que en el grupo hay otros-, lo vuelve un ser omnisciente y omnipresente, lo que hace pensar en la figura de Dios como el Creador.
Asimismo, todo el tramo final de la novela reafirma la correspondencia de Domingo con la divinidad. En las reflexiones finales de los detectives, se aprecia la adoración por ese ser superior, a quien comparan con el universo: su dualidad, su omnipresencia y su naturaleza indescifrable e inabarcable. Por último, esta asociación de Domingo con Dios termina de volverse patente en la ceremonia que da cierre a la fantasía de Syme, con el Consejo de los Días y la representación del Génesis.
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¿Qué interpretación simbólica puede darse a la escena final de la novela?
En la última escena del libro, Syme aparece caminando por la calle junto a Gregory. Siente que despertó de un sueño, aunque no está en su cama ni está seguro de haber estado durmiendo. Sin embargo, se siente transformado y optimista, y ese optimismo proviene justamente de la recuperación de la fe. Se trata, entonces, de un despertar simbólico. El protagonista ha hecho un viaje espiritual en su búsqueda de reencuentro con Dios. En el camino, ha pasado por muchos obstáculos, angustias y miedos, que no sabe si fueron reales o no, pero que los siente como verdaderos. El sueño simbólico del que ha despertado es el de la incertidumbre, el individualismo y la falta de fe: el desarrollo del personaje muestra un crecimiento progresivo, desde el cinismo y la ira de los primeros capítulos, al amor y el optimismo de los últimos dos.
Después de caminar un poco, ve finalmente a Rosamunda, la hermana de Gregory, cuya importancia ya se había anticipado en la primera y única aparición de dicho personaje. Su nombre tiene una fuerte connotación simbólica, ya que proviene del latín rosa mundis que significa “la rosa del mundo”, forma que el cristianismo usó tradicionalmente para nombrar a la Virgen. La imagen de la joven con los cabellos iluminados y rodeada de flores, por lo tanto, simboliza una forma de lo divino y el reencuentro de Syme con Dios y con la fe.