Chimamanda Ngozi Adichie
Chimamanda Adichie es la narradora y la protagonista de El peligro de la historia única. Es una mujer joven nigeriana que se dedica a la lectura y la escritura, actividades que le han interesado desde muy pequeña. A lo largo del discurso, ofrece información sobre su vida. Se describe a sí misma como una chica con "la piel de color chocolate" y el "pelo rizado" (10), que pertenece a una familia nigeriana convencional de clase media. Sus padres han trabajado en la universidad: el padre, como profesor; la madre, como administrativa. A los 19 años viaja a Estados Unidos para desarrollar sus estudios universitarios en Comunicación y Ciencias Políticas. En 2009, cuando ofrece este discurso, ya ha publicado algunos libros, entre ellos sus dos primeras novelas: La flor púrpura (2003) y Medio sol amarillo (2006). Como ella misma explica, durante los veranos ofrece talleres literarios en Lagos, y ha fundado una organización sin fines de lucro con el objetivo de construir bibliotecas, suministrar libros a las escuelas públicas de Nigeria y organizar talleres de lectura y escritura.
Fide
Fide es un chico que trabaja como empleado doméstico en la casa de Adichie cuando ella es pequeña. El muchacho pertenece a una familia pobre de una zona rural de Nigeria. La narradora se preocupa por destacar que Fide y su familia no son únicamente pobres, sino que también son trabajadores y artesanos, y que crean objetos bonitos, como unas cestas de rafia.
La compañera de habitación
Cuando Adichie estudia en Estados Unidos, tiene una compañera de habitación estadounidense que es víctima del peligro de la historia única sobre África. Esta joven se sorprende porque la narradora habla bien en inglés, y presupone que viene de un hogar pobre y precario. A lo largo del discurso, la narradora aprovecha a este personaje como símbolo de todas las personas blancas de Europa y Estados Unidos que ignoran la realidad africana y piensan que se trata de un continente repleto de guerras, enfermedades y hambre.
Muhtar Bakare
Muhtar Bakare es el editor nigeriano de la obra de Adichie. En el pasado, ha trabajado en un banco, pero ha dejado ese empleo para montar una editorial de textos literarios. Bakare está convencido de que es necesario publicar y vender libros a precios accesibles en Nigeria, porque aquellos que saben leer quieren hacerlo. Al final de su discurso, la narradora cuenta que ella y Bakare han fundado una organización sin fines de lucro para estimular la lectura y la circulación de libros en su país: construyen bibliotecas, reparten libros por las escuelas públicas y organizan talleres de lectura y escritura.
