"... todos mis personajes eran blancos de ojos azules, jugaban en la nieve y comían manzanas, y hablaban mucho del tiempo, de lo delicioso que era que saliera el sol" (Adichie, 8)
Al comienzo del discurso, Adichie presenta rápidamente el tipo de historias que escribe de pequeña, cuando todavía cree que la literatura solo puede representar a personajes, escenarios y situaciones extranjeros. Entonces, construye algunas imágenes sensoriales para describir aquellas primeras historias. Con imágenes visuales que refieren a colores construye la figura de los personajes como blancos de ojos azules. A través de la mención de la nieve y el sol contrapone, además, imágenes visuales y táctiles que remiten, por un lado, al frío y a la blancura y, por el otro, al calor y los calores cálidos.
"También hay gente sin cabeza, con la boca y los ojos en el pecho" (Lok citado por Adichie, 15)
Cuando Adichie remite a las palabras de John Lok que dan inicio a la tradición literaria occidental que sostiene una historia única de África como un lugar negativo, cita textualmente esta imagen visual. De manera fantástica y racista, la imagen crea una imposible figura humana sin cabeza, que lleva los ojos y la boca en el pecho. De este modo, Lok representa a los africanos quitándoles una de las características fundamentales de los seres humanos.