El peligro de la historia única

El peligro de la historia única Símbolos, Alegoría y Motivos

La cerveza de jengibre (Símbolo)

Al comienzo del discurso, la autora cuenta que de pequeña escribe cuentos con personajes blancos de ojos azules que tienen costumbres propias de Estados Unidos y de Gran Bretaña, porque solo conoce historias escritas en esos países. Una de esas costumbres es beber cerveza de jengibre. Aunque la niña Chimamanda no sabe bien qué es esta bebida, pasa años con deseos de probarla porque, en su mente, se ha fijado como un símbolo de los universos literarios que ella conoce y admira. La cerveza de jengibre simboliza las historias británicas y estadounidenses y, en última instancia, simboliza el peligro de la historia única.

El cabello (Símbolo)

El cabello es un elemento del cuerpo humano al que Chimamanda Adichie le da mucha importancia cuando crea sus personajes. En El peligro de la historia única, si bien se trata de una referencia breve, los cabellos funcionan como símbolo de las razas y, así, sirven para demostrar la desigualdad existente en cuanto a la representatividad. Adichie es una chica de "pelo rizado" (10), crespo, mientras que las niñas de las historias estadounidenses y británicas que lee de pequeña tienen cabellos lacios que caen hacia abajo "en colas de caballo" (10). Así, las distintas texturas y peinados representan, respectivamente, a las personas africanas poco o nada representadas en aquellos textos literarios, y a los personajes blancos, europeos o norteamericanos, que suelen protagonizarlos.

La compañera de habitación (Símbolo)

La chica con la que Adichie comparte la vivienda al mudarse para estudiar en Estados Unidos simboliza a todos aquellos que son víctimas de la historia única sobre África como un lugar negativo. Esta joven solo ha escuchado y leído relatos catastróficos sobre ese continente y, por eso, tiene una visión limitada de la realidad. Así, se sorprende al ver que Adichie habla inglés perfectamente porque ignora que en Nigeria esa es la lengua oficial. Además, cree que la narradora escucha "música tribal" (12) y que no sabe usar el horno ni la cocina. Debido a los efectos de la historia única, la compañera de habitación de Adichie no puede concebir que los africanos sean personas que se parecen a ella, y solo puede sentir pena por las personas africanas, incluso antes de conocerlas.

La concepción negativa de África y los africanos (Motivo)

Adichie sostiene que la historia única de África como un lugar negativo es un motivo de la tradición literaria occidental. Para demostrar esta hipótesis, la autora cita textualmente las palabras de John Lok, un comerciante británico que escribe un relato sobre su paso por África a mediados del siglo XVI, momento en el que la expansión colonial europea está en auge. Lok crea una imagen fantástica y al mismo tiempo racista de las personas africanas. Califica a los africanos como "bestias sin hogar", y asegura que algunos son gente sin cabeza, que tienen la boca y los ojos en el pecho (15). De acuerdo con Adichie, con este texto comienza "una tradición del África subsahariana como un lugar de negativos, diferencias, oscuridades, de gente que, en palabras del maravilloso poeta Rudyard Kipling, son 'mitad demonio, mitad niño'" (16). Esta tradición literaria animaliza, demoniza e infantiliza a las personas africanas. El poder cultural de este motivo es tal que, incluso en el presente, muchas personas en Occidente ignoran la realidad africana y creen que África es apenas "un lugar de bellos paisajes, magníficos animales y gentes incomprensibles enfrascadas en guerras sin sentido, víctimas de la pobreza, incapaces de hablar por sí mismos y que viven a la espera de ser salvados por un extranjero blanco y bueno" (14).