En 1876, después de haber ganado fama como conferencista, publicó Las Aventuras de Tom Sawyer. Ambientada en una ciudad ficticia a orillas del río Mississippi, Las Aventuras de Tom Sawyer fue, en muchos sentidos, un homenaje a la propia infancia de Clemens en Hannibal. Los episodios, los personajes, y los escenarios de su propia niñez - la cueva, el Indio Joe, la Tía Polly, los Cadetes del Antialcoholismo - se convirtieron en partes importantes de la historia de Tom. De hecho, el proyecto original de Twain para el libro fue cubrir el lapso de la vida de Tom hasta llegar a la edad adulta, cuando volvería a visitar St. Petersburgo como un hombre maduro, de la misma manera que Twain mismo había hecho durante un tour de conferencias. No obstante, durante el proceso de escritura decidió que Tom no debía crecer en el libro, y se centró específicamente en la niñez de Tom. En el marco de la novela, sin embargo, se las arregló para crear una historia que, si bien optimista, logró ser crítica de la comunidad en la pequeña ciudad en la que se crió.