Los gallinazos sin plumas

Los gallinazos sin plumas Metáforas y Símiles

"Un cubo de basura es siempre una caja de sorpresas" (7) (Metáfora)

La rutina de explotación laboral de Efraín y Enrique consiste en buscar restos de comida en los cubos de basura para Pascual, el cerdo de don Santos. Pero los niños también ven los cubos como cajas de sorpresas, lo que les permite conectar con el asombro de la niñez perdida. Si bien los cubos, por definición, son receptáculos de lo desechable y lo inservible, bajo la mirada de estos niños se pueden convertir en contenedores de elementos inesperados e incluso valiosos para ellos, como unos tirantes para hacer una honda u objetos descartables que pueden formar parte de una colección, como cajitas de remedios y pomos brillantes. Las sorpresas, sin embargo, también pueden ser cosas desagradables, como “pericotes muertos” o “algodones inmundos” (7). De esta forma, la metáfora de la “caja de sorpresas” demuestra cómo la esperanza de hallar algo que valga la pena se mezcla con la realidad de lo degradante de su rutina diaria.

“Los gallinazos y los perros se desplazaban como hormigas" (9) (Símil)

En la descripción del muladar, el narrador establece una analogía al comparar el movimiento de los gallinazos y los perros con el de las "hormigas". Este símil evoca la imagen de una multitud de seres pequeños y activos que se desplazan de manera constante sobre una superficie. La comparación enfatiza el ambiente animalizado y deshumanizante del muladar al que llegan Efraín y Enrique.

"Tenía el pie hinchado, como si fuera de jebe y estuviera lleno de aire" (12) (Símil)

Para darnos una imagen visual de la condición del pie de Efraín, se lo compara con un jebe, un tipo de caucho, lo que transmite la sensación de hinchazón y deformidad de aquella extremidad herida del cuerpo, que no le permite caminar y que lo tiene agonizando. Este símil le permite al lector visualizar el deterioro físico de Efraín, cuya enfermedad es el resultado de las duras condiciones de vida y del trabajo forzado al que lo expone su abuelo.

"Parecía un árbol creciendo desde su pierna de palo" (16) (Símil)

En el momento en que Enrique regresa del muladar y encuentra a su abuelo parado al borde del chiquero, compara su posición sobre su pierna de palo con la figura de un árbol creciendo. La inmovilidad de su postura se enfatiza con la prótesis de la pierna de palo, que funciona como el soporte que lo mantiene erguido, como un árbol enraizado, lo que transmite una imagen de una figura de autoridad inamovible. Don Santos está observando uno de sus últimos actos de crueldad inhumana: ha matado al perro de sus nietos para dárselo de comer a Pascual. De esta manera, el símil subraya su imponencia y su obsesión con el cerdo. Al mismo tiempo, nos lleva a prestarle atención a la pierna de palo, que se quebrará cuando Enrique le dé un golpe que lo haga caer al chiquero. Por lo tanto, aquella autoridad estática es potencialmente frágil, como se revela en el desenlace del cuento.