Oliver Twist narra la historia de Oliver, un niño huérfano, y sus esfuerzos por progresar y encontrar un lugar en la sociedad, en un entorno social muy hostil. Oliver nace en una ciudad de Inglaterra cuyo nombre no se revela. Su madre es encontrada en la calle, inconsciente y a punto de parir, y es llevada a un hospicio para pobres, dependiente de una parroquia, donde muere luego de dar a luz, sin que nadie llegue a conocer su identidad. El niño es llamado Oliver Twist y, luego de pasar sus primeros meses en ese hospicio, es internado en un orfanato, donde los huérfanos son maltratados y muy mal alimentados. A los nueve años, es llevado nuevamente al asilo donde nació, donde se repiten esos mismos maltratos.
Un día, los niños, incapaces de seguir soportando el hambre, deciden librar a la suerte quién reclamará más comida. Por azar, le toca a Oliver. El día acordado, luego de terminar su primer plato, Oliver se levanta y pide más comida. El señor Bumble, encargado del orfanato, y el comité directivo de la parroquia, se indignan y deciden que deben deshacerse de Oliver, de modo que es ofrecido como aprendiz del sepulturero, el Sr. Sowerberry. Pero entonces se pelea con Noé Claypole, un niño pobre que también trabaja allí y que se burla de la memoria de su madre, por lo que Oliver se escapa con destino a Londres.
A punto de llegar a la ciudad, Oliver está tan débil que prácticamente es incapaz de continuar. En ese momento, conoce a Jacobo Dawkins, apodado “el Truhán”, que le dice que puede irse a vivir con él, donde un hombre le dará lugar donde dormir y comida, sin necesidad de pagar alquiler. Oliver acepta y el Truhán lo lleva a un departamento en Londres donde conoce al hombre, llamado Fagin, que le ofrece quedarse allí. Allí conoce a otros miembros de la pandilla de Fagin, como Charley Bates, y a dos prostitutas que también trabajan para él: Nancy y Betty.
Finalmente, Oliver descubre que los niños que viven con Fagin son ladrones cuando es acusado injustamente de robar el pañuelo de un caballero, el Sr. Brunlow, que sus compañeros han robado. Oliver es detenido y arrestado, pero un librero que presenció el robo oficia como testigo y confiesa que Oliver no fue el ladrón. El Sr. Brunlow siente pena por Oliver y decide llevarlo a su casa, donde lo trata con cariño.
Oliver es muy feliz allí, pero Fagin y sus secuaces temen que el niño revele su escondite, de modo que, un día en que el Sr. Brunlow le encomienda llevar un pago y devolver unos libros al librero, Nancy, por orden de Fagin, intercepta a Oliver y lo secuestra para llevarlo nuevamente con Fagin. El Sr. Brunlow publica un aviso en el diario pidiendo información sobre Oliver, y a pesar de su esperanza de que el niño regrese, el señor Bumble lo convence de que se ha fugado con el dinero, pues siempre ha sido un ladrón.
De regreso con Fagin, el niño es obligado a participar del robo de una casa con Guillermo Sikes, pero el plan fracasa y, en la huida, es herido de bala por uno de los sirvientes de la casa. Sikes y su compañero escapan, dejando atrás a Oliver herido. En la casa, el niño le cuenta su verdadera historia a la dueña, la Sra. Maylie, que se compadece del niño y, junto con su sobrina Rosa, deciden protegerlo de la policía y curarle la herida. Oliver está muy feliz y agradecido por el cuidado generoso de esa gente, que a su vez se va dando cuenta de la naturaleza bondadosa del niño. Cuando se recupera, lo acompañan a ver al Sr. Brunlow, pero allí descubren que su casa está vacía y este se ha mudado.
Mientras tanto, Fagin y su misterioso compañero Monks siguen empecinados en encontrar a Oliver, hasta que un día el niño se despierta y los encuentra al otro lado de la ventana. En cuanto da la señal de alarma, los hombres se escapan.
Nancy, al enterarse del plan de Fagin y Monks, decide acudir a Rosa Maylie para contarle lo que sabe: que Monks es el medio hermano de Oliver, y que ha intentado destruirlo para poder cobrar toda la herencia. Sin embargo, Nancy se rehúsa a traicionar a Fagin o a Sikes. Rosa le cuenta esto al Sr. Brunlow, que recibe la noticia con alivio, y que a su vez da aviso a la señora Maylie con el fin de proteger al niño. Entre todos, deciden que deben reunirse con Nancy para descubrir dónde encontrar a Monks.
Se reúnen con ella en el Puente de Londres a una hora acordada, donde ella revela dónde pueden encontrar a Monks. Pero Fagin ha empezado a sospechar y envía a un nuevo niño suyo, Noé Claypole, a espiar a Nancy. Enterado de la traición, Fagin da aviso a Sikes, quien mata brutalmente a Nancy. Entretanto, Mr. Brunlow ha encontrado a Monks, que termina por confesar la verdad sobre el nacimiento y la familia de Oliver: es el hijo ilegítimo de un hombre rico, el difunto Edwin Leeford, que a su vez tuvo a Monks. El Sr. Brunlow, que resulta ser el mejor amigo de Leeford, decide repartir la herencia entre Oliver y Monks, dándole a este la oportunidad de empezar una vida nueva.
Mientras, Sikes se da a la fuga, pero la gente en Londres y miembros de la banda de Fagin se escandalizan por la muerte de Nancy y llaman a la policía. Sikes muere accidentalmente al caer al vacío cuando se ve rodeado por la multitud enfurecida que pide su captura. Fagin es arrestado, juzgado y, luego de una visita de Oliver, ejecutado. Oliver, el Sr. Brunlow y los Maylie terminan viviendo en paz en el campo inglés.