¡Que viva la música! es una novela que el escritor colombiano Andrés Caicedo, probablemente, comienza a escribir en 1973 en la ciudad de Los Ángeles, durante su viaje a Estados Unidos. A principios de 1976 se la entrega a la editorial Colcultura, que la publica el 4 de marzo de 1977, día en que el primer ejemplar llega a manos del autor. Él se quita la vida ese mismo día, a los veinticinco años de edad, en su departamento de Cali, al ingerir unas sesenta pastillas de secobarbital, un fármaco perteneciente a la clase de los barbitúricos. Caicedo, por tanto, no consigue saber cómo es la recepción de su obra, que por años circula entre unos pocos amigos y conocidos del escritor y, poco a poco, se convierte en una lectura de culto para los adolescentes colombianos. La crítica se fija más tarde en la obra y, actualmente, se la considera como un clásico de la época. La primera traducción es al alemán, en 1997, veinte años después de su publicación. Actualmente también se encuentra traducida al francés y al inglés.
La novela está narrada en primera persona por la protagonista, María del Carmen Huerta, una adolescente de la alta sociedad caleña de los comienzos de la década de 1970, y está fechada su producción, hacia el final del texto, entre marzo de 1973 y diciembre de 1974. Trata ciertos temas frecuentemente problematizados por la obra y por la vida misma del autor, como la música, el cine, la noche, las drogas y la muerte. En muchos aspectos, es una novela de iniciación, porque narra el ingreso de la protagonista a un mundo de excesos donde busca, ansiosa y vorazmente, aprenderlo y experimentarlo todo. En relación con su estructura, no se encuentra dividida en capítulos, sino que es un largo monólogo que funciona como una carta que deja la protagonista, quien narra su vida retrospectivamente, desde el momento en que considera que su existencia comenzó a cambiar. Introduce, en su redacción, versos de canciones de rock y de salsa, proclamas, formularios médicos, cartas, entre otros géneros.
El título de la obra remite a una extensa y animada canción de Ray Barretto, conocido como "el rey de las congas". Toda la novela está atravesada por la música: en un primer momento, por el rock; en un segundo momento, por la salsa, verdadera protagonista de la vida de Mona, como se apoda María del Carmen.
En el año 2015 se estrena la película homónima, dirigida por Carlos Moreno y realizada como una coproducción colombo-mexicana. La actriz Paulina Dávila interpreta el rol de María del Carmen Huerta, la protagonista y narradora de la novela. En el Festival de Cine Latinoamericano de São Paulo es reconocida como la mejor coproducción.