“La hermosa cabellera de Delia cayó sobre sus hombros y brilló como una cascada de pardas aguas” (Símil)
Aquí, el narrador construye un símil tradicional para describir el pelo de Delia. Al comparar el movimiento, el brillo y el largo del pelo de Delia con una “cascada de pardas aguas”, el narrador transmite la belleza, a la vez natural y extraordinaria, de su cabello. Es así como el pelo largo de Delia se convierte en un símbolo de su belleza y de sus atributos femeninos.
“... las dos horas siguientes transcurrieron volando en alas rosadas" (Metáfora)
Esta metáfora compara el paso del tiempo –las dos horas que Delia dedicó a encontrar el regalo perfecto para Jim– con algo que vuela impulsado por "alas rosadas". Esto transmite la idea de que el tiempo pasó muy rápido para Delia mientras buscaba el regalo, y las "alas rosadas" podrían sugerir un sentimiento de alegría, excitación o ensoñación durante esa búsqueda. Después de emplear esta metáfora, el narrador se disculpa –"Perdón por la metáfora, tan vulgar"–, agregando así un tono humorístico e informal a la narración.
"El precioso y opaco metal pareció brillar con la luz del brillante y ardiente espíritu de Delia" (Metáfora)
En esta frase, el narrador recurre a una metáfora al describir el brillo de la cadena de platino como una luz que proviene del espíritu candoroso de Delia. Se trata de una imagen que trasciende la mera descripción física del metal, ya que le atribuye una cualidad luminosa que emana directamente del interior de Delia. De este modo, la metáfora destaca que el verdadero valor de la cadena no radica únicamente en su condición de objeto precioso, sino en la intención, la entrega y el desinterés que llevaron a Delia a elegir ese regalo para Jim.
“Sacó sus tenacillas para el pelo, encendió el gas y empezó a reparar los estragos hechos por la generosidad sumada al amor” (Metáfora)
El uso de la palabra “estragos”, que normalmente se refiere a la destrucción o el daño físico causado por algo como una guerra o un desastre natural, se emplea en esta frase de forma metafórica. Aquí, los “estragos” son el resultado del acto de generosidad y amor de Delia, que le ha dejado un pelo corto que necesita “reparar” para que se vea mejor. En este sentido, la metáfora subraya la intensidad y la consecuencia de su sacrificio.
“… insensatamente sacrificaron el uno al otro los más ricos tesoros que tenían en su casa” (Metáfora)
En el final de la historia, las posesiones más valiosas de Delia y Jim –la cabellera y el reloj de oro– son referidas como “tesoros”. Esto es una metáfora, ya que estos objetos no suponen gran riqueza, sino que tienen un valor sentimental inmenso para ellos.
