La nariz (Símbolo)
La nariz representa en la historia una “parte” de la identidad de Kovaliov que tiene que ver con el lugar que ocupa en la sociedad. Sin nariz, Kovaliov siente que no puede sociabilizar con personas de alto rango de la sociedad rusa ni aspirar a conseguir un puesto más importante en el gobierno. En ningún momento Kovaliov se preocupa por haber perdido la capacidad de respirar por la nariz o de tener olfato; lo único que le interesa es su estatus social. En este sentido, la nariz simboliza la banalidad de las distinciones de clase y de las aspiraciones sociales del individuo.
La vestimenta (Símbolo)
La vestimenta de los personajes toma relevancia en la historia en cuanto simboliza el estatus y jerarquía. El barbero, que pertenece a los estratos más bajos de la sociedad, usa absurdamente un frac lleno de manchones por encima del camisón para desayunar. Los oficiales de policía imponen su autoridad llevando uniformes pulcros y espadas relucientes, y la nariz vestida de caballero porta un uniforme bordado en oro por el que ostenta un cargo de consejero de Estado. Kovaliov sabe la importancia que tiene la vestimenta, y por eso coloca en su traje “numerosos sellos a guisa de dijes” (p.62) para destacar su rango a través de estos accesorios.
Las mujeres bonitas (Motivo)
Las mujeres bonitas son un motivo recurrente de la trama en cuanto constituyen un objeto de particular interés para Kovaliov. Él desea flirtear con todas ellas para darse aires de importancia, pero no le interesa casarse con ninguna, a menos que esto implique mejorar su estatus social y económico. También constituyen una fuente de angustia para Kovaliov, cuando se da cuenta de que no puede acercarse a ellas sin su nariz.
