Los santos inocentes Elementos Literarios

Novela social.

Extremadura, durante la década de 1960.

El narrador es omnisciente y extradiegético, es decir, narra desde fuera de la historia. Sin embargo, toma el punto de vista de la familia de Régula, lo cual no solo se evidencia en marcas de oralidad y formas de expresión que adopta, sino también en el grado de afectividad que su relato asume con esos personajes. La orientación del narrador según ese punto de vista es muy importante en la novela, pues al sensibilizarse con el grupo de los más débiles contribuye a orientar la lectura del desenlace trágico en favor de Azarías y en contra de Iván.

La narración adopta en muchos casos un tono irónico y también burlesco, en los que el narrador se ríe de algunos hábitos del ámbito rural y, sobre todo, de las conductas de sus personajes.

El protagonista de la novela es Azarías y su antagonista es el señorito Iván.

El conflicto principal de la novela es la explotación y el maltrato inhumano que viven las clases bajas a manos de los señores, representantes de la clase alta. La expresión de esa explotación en distintos niveles de la vida en el ámbito rural serán las detonantes del desenlace, en que un miembro de la clase baja venga esos maltratos, matando a un miembro de la clase alta.

El clímax de la novela se produce cuando el señorito Iván, insensible a los ruegos de Azarías, mata a su milana por pura diversión.

En la novela hay numerosos anticipos del desenlace trágico. En primer lugar, Quirce desprecia el ave que Rogelio le regala a Azarías por tratarse de un cuervo, y anticipa que un ave de ese tipo no puede traer nada bueno a la familia. Efectivamente, el amor de Azarías por esa ave y su muerte a manos de Iván será el detonante para que Azarías asesine al señorito.

Pero la mayor parte de las pistas anticipatorias se encuentran en el último libro. Por un lado, se hace hincapié en la soga que se usa para cazar y que, justamente, será el instrumento con el cual Azarías colgará a Iván. Así, antes de salir a cazar, Iván le recuerda al criado que lleve la soga para treparse a los árboles y en cuanto llegan a la sierra, se lleva la sorpresa de que aquel no hace uso de ella para treparse. Esto debería llamar su atención cuando, al final de la novela, Azarías sí sube con la soga, pero no es la primera vez que Iván ignora lo que ocurre a su alrededor, preocupado como está por sus propios asuntos. Asimismo, al volver a salir de caza durante la tarde, Iván repara en que Azarías ahora lleva una soga mucho más gruesa, y le pregunta para qué es. Todavía el lector no puede reparar en que la soga tendrá un papel importante en la trama, pero una vez que la muerte de Iván sucede todas esas alusiones a la soga cobran un nuevo sentido. Por otro lado, durante la mañana en que él y Azarías van a cazar, no hay pájaros volando y entonces el señorito, frustrado, describe la sierra diciendo que “parece un cementerio” (146). Esa comparación anticipa irónicamente su propia muerte. Por último, deseando que la caza mejore, Iván dice: “a ver si quiere cambiar la suerte” (152). La suerte cambia efectivamente: no la de la caza, pero sí la de Iván, pues pasa de tener el control a ser dominado y asesinado por quien fuera su víctima.

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En el título de la novela y en las recurrentes configuraciones del Azarías y la Charito como niños inocentes hay una clara alusión al relato bíblico de la Matanza de los Inocentes.

Ver sección "Imágenes".

Resulta paradójico que Iván, que ostentó siempre su poder y llevó siempre adelante una vida de control y sometimiento sobre sus subordinados, muera a manos de un inválido.

La novela construye un paralelo entre dos sucesos: la muerte de la milana de Azarías a mano de Iván y la muerte de Iván a manos de Azarías. La orientación del narrador a favor de Azarías genera una ambigüedad que impide discernir a cuál de esos dos sucesos refiere el título del libro 6, "El crimen". Esa mirada compasiva del narrador sobre Azarías permite que se puedan igualar ambos sucesos y que el asesinato de Iván sea una reacción justa ante la muerte de la milana.

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