Un elenco de actores se prepara para ensayar una obra de Pirandello, cuando la llegada de seis personajes interrumpe su práctica. El Padre, uno de ellos, le informa al Director de la obra que están allí en busca de un autor. Como los trabajadores del teatro no comprenden, explica que el autor que los imaginó no terminó su historia y que, debido a eso, están condenados a vivir como personajes irrealizados. En un principio, el Director intenta echarlos del teatro, pero cuando los personajes comienzan a relatar su drama, se interesa por la historia.
El Padre es un hombre inteligente que se casó con una campesina humilde, la Madre, con quien tuvo al Hijo. Aunque las cosas salieron bien en un comienzo, la mujer se termina enamorando del secretario del Padre. Habiéndose dado cuenta de la situación, y también aburrido de ella, el Padre la anima a huir con él. Eventualmente, ella accede y se fuga con el secretario, dejando al Hijo solo y resentido.
La Madre forma una nueva familia y tiene tres hijos con el secretario: la Hijastra, el Muchacho y la Niña. Mientras, el Padre comienza a extrañar tener una familia, e intenta retomar el contacto con ellos, sobre todo con la Hijastra, a quien suele esperar después de la escuela para hacerle regalos. Ante estas visitas imprevistas, la familia se muda y el Padre pierde el contacto con ellos.
Un día, el secretario muere y la Madre, junto a sus hijos, regresan a la ciudad. Allí consigue trabajo en la tienda de ropa de Madama Pace, sin saber que la mujer está más interesada en usar a la Hijastra como prostituta que por sus servicios como costurera. Como el Padre es cliente de Madama Pace, un día se presenta en la tienda y la proxeneta le entrega a la Hijastra, a quien él parece no conocer. En ese momento, el hombre empieza a seducirla, pero el acto no se consuma porque son interrumpidos de casualidad por la Madre, quien los ve y grita. Avergonzado, el Padre permite que la familia se mude con él, lo que hace que el Hijo se resienta con todos.
El Director acepta representar la obra y convertirse en el autor para ellos. Primero empiezan con la escena en la tienda de Madama Pace y, mientras el Padre y la Hijastra interpretan su parte, dos actores del elenco los imitan. En ese momento, tanto el Padre como la Hijastra se quejan de lo poco realista de las actuaciones, al tiempo que afirman que nadie mejor que ellos puede representar su propio drama. Ante las quejas, el Director detiene a los actores y permite que el Padre y la Hijastra terminen la escena, que finaliza con la desgarradora interrupción de la Madre.
Tras esta representación, el Director da indicaciones para el acondicionamiento del escenario de la segunda escena, a realizarse en el jardín de la casa del Padre. En esta actuación, la Madre abandona a la Niña y al Muchacho cerca del estanque del jardín mientras se dirige al cuarto del Hijo para reconciliarse con él. Pese a ello, el Hijo se niega y sale de la casa, dejándola sola. Cuando ella se dirige al jardín, se encuentra con que la Niña está ahogada en el estanque y, en el mismo momento, ve al Muchacho escondido y con un revólver tras un árbol. El Muchacho se dispara a sí mismo en el preciso instante en que la Madre entra, desesperada, al jardín. Al suceder estos hechos, el elenco de actores corre a socorrer a los niños. El Director, por su parte, no puede identificar si lo que sucede es actuación o realidad. Asustado, pide que se acabe el ensayo y todos se retiran del lugar.