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¿Qué relación se establece en la novela entre el comportamiento de la naturaleza y el paso del tiempo? Justifique con ejemplos de la obra.
En Cien años de soledad, el comportamiento inusual de la naturaleza tiende a representar simbólicamente el paso del tiempo y su gran poder destructivo. A medida en que José Arcadio Buendía envejece, por ejemplo, su cuerpo adquiere el aroma y las características del entorno natural en el que vive. Esta correspondencia entre el envejecimiento y el comportamiento de la naturaleza culmina cuando el anciano muere y una lluvia de flores amarillas cubre a Macondo en el entierro. Sin embargo, este carácter simbólico de la naturaleza no solo se manifiesta en los personajes de la novela: el propio Macondo y la casa de los Buendía se encuentran también afectados por la potencia destructiva del entorno natural. Cuando Macondo sucumbe ante el abandono, por ejemplo, la casa de los Buendía empieza a ser invadida por las alimañas, la maleza y las hormigas coloradas.
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En Cien años de soledad coexisten dos manifestaciones del tiempo diferentes: la cíclica y la lineal. Desarrolle sus características y diferencias.
El carácter lineal del tiempo puede advertirse en relación al tema del progreso, a partir de la medida temporal que figura en el título de la obra, y en la indicación que deja Melquíades sobre la necesidad de aguardar cien años para la traducción de los manuscritos. De este modo, los distintos avances tecnológicos y sociales que atraviesa Macondo responden a una manifestación del tiempo que es lineal y progresivo.
Frente a este aspecto del tiempo, otra temporalidad -ahora cíclica- se superpone en la narración, vinculada fundamentalmente a la repetición de nombres y acontecimientos que atraviesa la familia Buendía. Un ejemplo de ello son las personalidades similares que caracterizan a todos los Aurelianos y José Arcadios de la familia. Esta temporalidad circular se nos explicita principalmente a partir de las menciones realizadas por Úrsula Iguarán y Pilar Ternera.
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¿Qué similitud existe entre la producción de la mortaja fúnebre de Amaranta y la fabricación de los pescaditos de oro del coronel Aureliano Buendía?
Luego de toda una vida de resentimientos, frustraciones y amarguras, Amaranta consigue silenciar su interioridad herida dedicándose por completo a la elaboración de la mortaja fúnebre que habría de envolverla en su lecho de muerte. Cuando advierte esta sensación desconocida de paz interior, la mujer comprende de inmediato las motivaciones que llevaban a su hermano Aureliano a entregarse sin descanso a la producción de los pescaditos de oro: de un modo similar al de Amaranta, el coronel Aureliano Buendía encontró en su taller de orfebrería una manera de llenar el vacío que tantos años de guerra, traiciones y soledad habían dejado en su interior.
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¿Por qué es posible afirmar que las transformaciones en el personaje del coronel Aureliano Buendía poseen un carácter irónico?
Aureliano Buendía se involucra en la guerra debido a los sentimientos humanitarios que le despiertan las injusticias cometidas por la facción conservadora. De hecho, el puntapié inicial que lo lleva a tomar las armas se produce cuando es testigo del violento asesinato de una mujer a manos de unos oficiales del ejército. Sin embargo, a lo largo de los veinte años de guerra que atraviesa al salir de Macondo, la personalidad pacífica de Aureliano se pervierte poco a poco hasta transformarlo en un militar sin reparos a la hora de ejercer la violencia. Esta transformación se consuma definitivamente cuando permite el fusilamiento de su amigo Juan Raquel Moncada. Antes de ser fusilado, Moncada advierte la ironía presente en el carácter del general: el coronel Aureliano Buendía se ha transformado en lo que siempre quiso combatir, es decir, en un militar déspota y sin principios humanitarios.
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En Cien años de soledad, el amor tiende a conducir inexorablemente hacia la fatalidad. Justifique esta afirmación utilizando dos ejemplos de la novela.
Muchos pasajes en Cien años de soledad ilustran el modo en que los anhelos sentimentales de los personajes se frustran trágicamente a pesar de sus intenciones. Uno de ellos es el destino solitario que atraviesan Meme Buendía y Mauricio Babilonia, luego de que Fernanda se percate de sus encuentros en el baño de la casa. De esta situación, Meme termina enclaustrada y muda de por vida en un convento de monjas, y Mauricio Babilonia acaba paralítico, solo y acusado públicamente de ser un ladrón.
Sin embargo, el ejemplo más ilustrativo de la fatalidad del amor se nos ofrece en el final de la novela. En el último capítulo, Amaranta Úrsula y Aureliano Babilonia se sienten los más felices del mundo mientras cultivan su amor en la casa de los Buendía. Sin embargo, pronto se les acaba la felicidad, ya que Amaranta muere desangrada en el parto, el hijo que engendran acaba siendo devorado por las hormigas, y un terrible huracán arrasa con Macondo sin dejar nada a su paso.