Esther habla con Jody sobre un chico que Jody quiere que ella conozca. El muchacho se llama Cal y ella cree que incluso podría gustarle si estuviera cuerda. Van a un lago con Jody, y su novio. Cal y Esther discuten sobre alguna obra, mientras que los otros dos nadan. Esther está convencida de que su madre llamó a Jody y le pidió que la sacará. Comen hot dogs en la playa. Esther tiene mucho cuidado en cocinar bien el suyo, pero cuando nadie está mirando, ella lo entierra en la arena. Discuten acerca de sí la madre causó o no la muerte del hijo en la obra. Luego le pregunta a Cal cómo se suicidaría. Él le dice que se dispararía. "Era simplemente como un hombre lo hace con una pistola. No tengo ninguna probabilidad de poner mis manos en un arma". Capítulo 13, pág. 127. Ella le pregunta qué tipo de arma usaría y él contesta que utilizaría la escopeta de su padre, pensando que estaban bromeando.
Los otros dos tienen dificultades y todo el grupo comienza a ponerse nervioso. Ella decide ir a nadar y piensa en ahogarse. Escoge una roca que está muy lejos y decide nadar allí. Cal se da por vencido a mitad del camino y ella rema. Ella ha tratado de ahorcarse esa mañana usando un cordón de seda de la bata de su madre. Caminó por la casa y de repente se dio cuenta de que no había ningún lugar de donde colgar la cuerda. Trató de recostarse y estrangularse ella misma, pero cada vez que estaba cerca, se desvanecía y el nudo se aflojaba. Ella había revisado los libros de la farmacia y decidió que sus síntomas de demencia eran del peor tipo. Sabe que necesita ayuda, pero no quiere ir a ninguno de los médicos y su madre no tiene el dinero.
Ella observa a Cal nadar de vuelta y se da cuenta de que si algún día llega a la roca, sólo se quedará allí hasta que ella se sienta lo suficientemente fuerte como para nadar todo el camino de regreso. Por el contrario, decide ahogarse en el lugar en el que se encuentra. Se sumerge varias veces y trata de permanecer bajo el agua, pero vuelve a flotar.
Ella se había ofrecido como voluntaria en el hospital siguiendo el consejo de su madre. Su madre pensó que ayudar a los demás sería la mejor medicina. Esther confiaba en ser asignada a un pabellón en el que estaban los casos realmente desesperados. Esto la empujaría hacia el límite, o la haría mejorar. Esther es asignada al pabellón de maternidad. El primer día, ella debía transportar un carrito con flores. A ella no le gusta que algunas de las flores están marchitas, por lo que saca las marchitas y reacomoda algunos de los ramos. Cuando las mujeres ven esto, pierden los papeles y la gritan. Ella sale corriendo del hospital.
Fuera del hospital, ella preguntó la dirección del cementerio. Ella camina y pasa por la iglesia metodista donde no había estado desde la muerte de su padre. Después de que él murió, ella y su madre se cambiaron a la iglesia unitaria. Su madre había sido católica, pero dejó la iglesia cuando se casó. Esther había pensado en convertirse en católica, debido a que se pone mucho énfasis en su doctrina en contra de cometer suicidio. Su madre se rió de su deseo de convertirse en monja, porque ni siquiera era católica. Ella entró en el cementerio, pensando que debería prestar más atención a la tumba de su padre:
"El cementerio me decepcionó. Se encontraba en las afueras de la ciudad, en la parte baja, como un vertedero, y mientras caminaba de aquí para allá por los senderos de grava, pude percibir el olor de los pantanos de sal estancada en la distancia". Capítulo 13, pág. 135
Las lapidas más nuevas en el lugar eran crudas y baratas. La lluvia empieza a filtrarse a través de su chaqueta. Ella ve a la lapida de su padre y comienza a llorar. No había llorado cuando murió. Tampoco lo hizo su madre.
Ella decide que sabe cómo matarse. Le escribe a su madre una nota indicándole que está yéndose a un largo paseo y que no volverá por un tiempo. Entra en la habitación de su madre y encuentra las pastillas para dormir escondidas. Hay más de cincuenta. Está muy contenta de que haya tantas. Se sirve un vaso de agua y se va al sótano. Hay un agujero en la pared del sótano, por donde corría una brisa hacía la casa. Ella retuerce su cuerpo en el agujero y cubre su oscura abertura con maderos. Comienza a tomar las pastillas y se queda dormida cuando se va acercando a la parte inferior de la botella.
Seguimiento del Tema: Confusión 8