Los advertidos

Los advertidos Ironía

Amaliwak conoce la voluntad de los dioses, pero cuestiona su propia capacidad de llevarla a cabo (ironía situacional)

Amaliwak es respetado por su sabiduría y por su conexión con los dioses, pero, a pesar de su conocimiento superior, se siente abrumado por la responsabilidad y se cuestiona si está a la altura de la tarea encomendada. Si suponemos que los héroes míticos deberían sentirse especialmente elegidos y preparados para realizar lo que los dioses le han dictado, podríamos ver como irónico que Amaliwak tenga dudas sobre su capacidad para conducir el destino de la humanidad, lo que además revela la dimensión humana y desmitificada del personaje.

Los elegidos no son únicos (Ironía situacional)

Los advertidos que aparecen en la historia –Amaliwak, el hombre de Sin, Noé, Deucalión y Our-Napishtim– creen que han sido elegidos por sus dioses para salvar a la humanidad y, en algunos casos, a las especies animales. Sin embargo, al encontrarse durante el diluvio descubren que no son los únicos, y hasta llegan a especular que hay muchos más como ellos cumpliendo la orden de preservar la vida en la tierra. Esta revelación derrumba su orgullo y su sentimiento de superioridad. La ironía consiste en que haya muchos elegidos, cuando esta figura supondría un carácter único y singular.

Los humanos sufren el diluvio para purificarse, pero inmediatamente después de ocurrido los hombres vuelven a caer en la violencia y la discordia (Ironía situacional)

En diferentes culturas, el diluvio universal toma la forma de un castigo divino cuyo fin es el de purificar a la humanidad de sus pecados y sus vicios. Este objetivo se percibe en el relato de Carpentier cuando los advertidos se preguntan si los hombres que serán engendrados después del diluvio aprovecharán la oportunidad para empezar de nuevo. Pero los hombres y las mujeres que Amaliwak y su esposa engendran empiezan a pelearse entre sí rápidamente, reanudando los conflictos previos. Esto revela la inutilidad del castigo divino y la imposibilidad de cambiar la naturaleza humana. Lo irónico, en este sentido, es haber atravesado el diluvio para nada.