Los advertidos

Los advertidos Resumen y Análisis Primera parte

Resumen

El relato comienza con el encuentro de varias tribus que llegan en canoa, convocadas por el llamado de Amaliwak, un anciano muy respetado por todos. Amaliwak es sabio, da buenos consejos y se cree que puede hablar con la “Gran-Serpiente-Generadora” que engendró a los dioses. Aunque algunos se burlan de él, diciendo que habla solo o con las cosas, todos saben que, si Amaliwak los convoca, es porque algo está por suceder. El ambiente es festivo, y se percibe una gran concordia entre pueblos que han sido siempre enemigos.

Cuando Amaliwak aparece, todos hacen silencio. El anciano anuncia que se aproximan tiempos de grandes trastornos, y advierte que lo mejor será marcharse a las cumbres elevadas. Se produce un clamor de inquietud, y la gente empieza a preguntar para qué han sido convocados. Amaliwak responde que no puede contar lo que le ha sido revelado, pero les dice que necesita muchos hombres para derribar grandes cantidades de árboles en poco tiempo. En compensación por su esfuerzo, les dará todo el maíz y harina de yuca que necesiten para no pasar hambre por un año. Amaliwak termina de hablar y la gente comienza el trabajo encomendado.

Análisis

Los advertidos” es un cuento breve que forma parte de lo que el mismo Alejo Carpentier denomina "lo real maravilloso". Este concepto describe la manera en que los escritores latinoamericanos expresan, con un lenguaje propio, lo extraordinario del territorio americano. Esa cualidad maravillosa de lo latinoamericano comulga bien con el lenguaje del mito con el que dialoga este cuento. En los mitos ocurren eventos extraordinarios que no se podrían explicar bajo los parámetros de realidad que ordenan nuestro entendimiento del mundo ordinario. De la misma manera, el mito se ubica en una dimensión atemporal, es decir, en un momento indeterminado o fuera del tiempo, y por eso no puede situarse en un momento histórico específico. Siguiendo esta convención, los hechos narrados en "Los advertidos" no se sitúan en un tiempo determinado. En este sentido, podemos decir que el cuento responde a una temporalidad mítica.

El cuento está dividido en cuatro partes. En la primera, se introduce al protagonista de la historia, el anciano Amaliwak, que es percibido por su comunidad como un hombre que sabe “muchas cosas cuyo conocimiento le [es] negado al común de los mortales”. También se aclara que no es “un dios cabal”, sino alguien que tiene una conexión especial con la divinidad. Amaliwak se presenta, de esta forma, como un héroe que puede intermediar entre los hombres y los dioses, una especie de elegido al que todos respetan. Sin embargo, algunos también lo cuestionan y se burlan de él, lo que constituye una primera transgresión respecto al típico relato mítico, en el que no se pondría en duda el rol del elegido. Cuando Amaliwak anuncia que deberán resguardarse en las cumbres de las montañas, lo que atenuadamente anticipa la necesidad de salvarse en las alturas por la llegada del diluvio, la gente se impacienta, y algunos muestran cierta incredulidad cínica: “‘Ahí donde nada crece’, dijo un Wapishan a un Shirishan que escuchaba al viejo con sonrisa socarrona”. Pero el anciano sabe hacerse respetar con la promesa de pagar en grandes tributos un trabajo cuya finalidad, por ahora, permanece desconocida.

La historia nos introduce desde un principio en la versión americana del mito del diluvio. En este entorno, nos encontramos con un universo de asociaciones que remiten a diversas culturas amerindias, como las canoas, los “Wapishan” –que podría ser una referencia a la tribu brasileña Wapishana– y el politeísmo. Asimismo, la presencia de bufones con sonajas y castañuelas aluden al ambiente carnavalesco que se genera en el encuentro entre tribus que en el pasado se han raptado mujeres, hurtado comida y combatido a muerte. La narración señala la singular “armonía lograda entre humanos enemigos”, lo que también anticipa, en la escala americana del mito, lo que sucederá cuando el encuentro se dé entre “advertidos” de diferentes culturas.

En esta sección, tanto las personas de las tribus como el lector desconocen qué es lo que motiva el pedido de Amaliwak, lo que transmite un efecto de misterio ante lo incognoscible de la revelación divina. Pronto sabremos que lo que Amaliwak está haciendo es construir una canoa gigante, pero, mientras tanto, lo que importa es el contraste entre lo bufonesco del encuentro y la seriedad del anuncio y del pedido encomendado, así como la singularidad del común acuerdo entre tribus históricamente enfrentadas. El carácter atemporal del mito, es decir, el hecho de que se trata de una narración que se sitúa fuera del tiempo histórico, permite la ilusión de la fiesta y de la concordia, que parece resolver la contingencia temporal de los conflictos. No obstante, como veremos, los personajes de este relato mítico no podrán escapar del paso del tiempo, que hará reaparecer las peleas y las divisiones.