Traición

Traición Resumen y Análisis Escenas VI-VII

Resumen

Escena VI

Al regresar de Venecia, Emma se ve con Jerry en el apartamento que alquilan juntos. Los dos parecen contentos de reencontrarse. Emma preparó una canasta con comida y llevó un mantel de Venecia para decorar el lugar. Elige no contar lo sucedido con Robert e inventa una excusa sobre el motivo por el cual no visitó Torcello: no había lanchas. Por su parte, Jerry le cuenta que estuvo enfermo y que su hijo Sam tuvo un accidente, pero ya se encuentra bien.

Luego, Jerry comenta que esa semana va a almorzar con Robert. Emma se preocupa, le dice que no debería verlo y le pregunta el motivo de la reunión. Jerry, que suele encontrarse a almorzar con Robert, no entiende su preocupación, y tampoco le da demasiada importancia. También intercambian impresiones sobre el libro de Spinks que Jerry le recomendó a Emma. Ambos piensan que es bueno, aunque Robert no comparta esa opinión.

Finalmente, Jerry comparte que pasó unos días de desesperación porque no sabía dónde había metido la carta que le mandó a Emma durante sus vacaciones en Venecia. Temía que su esposa la hubiera encontrado. Luego, recuerda una oportunidad en la que volvió tarde a su casa por encontrarse con Emma. Al llegar, le dijo a su esposa que se había reunido con Spinks, pero ella le respondió, sorprendida, que el escritor lo había llamado hacía pocos minutos. Finalmente, Jerry vuelve a recordar la Navidad que los dos matrimonios pasaron juntos en la casa de Emma, cuando jugó a lanzar a Charlotte por el aire. Emma lo corrige: fue en la casa de Jerry, no en la suya.

Escena VII

Más tarde, esa misma semana, Jerry se encuentra con Robert para almorzar. Robert se asombra de que Jerry beba whisky en el almuerzo, pero él afirma que es para tratar su enfermedad. Robert le insiste a Jerry para que vayan a jugar al squash, pero este afirma que siente que el squash es un poco violento. Luego, comienzan a hablar de su edad. Ambos tienen treinta y siete años.

La charla se desvía hacia las vacaciones en Venecia. El mozo, que se acerca a servirlos, se entusiasma con la conversación e intenta participar. Eventualmente, Robert rememora su viaje en lancha a Torcello y afirma que lo disfrutó mucho porque estuvo solo: “Estuve solo durante horas, a decir verdad, en la isla. Lo mejor, la verdad, de todo el viaje” (121). Jerry se extraña al enterarse de eso.

Los amigos comienzan a hablar de literatura. Robert toma mucho vino y señala que, a diferencia de Emma, él tiene gustos distintos a los de Jerry, ya que no le gustan Casey ni Spinks. Luego comienza a impacientarse por la demora en la comida. Exclama que tiene mal genio debido a que no quería estar de nuevo en Londres; hubiera preferido quedarse en Torcello. Por último, se arrepiente de todo lo dicho y dice que, en realidad, Casey le gusta, y que todo va estupendo en su casa, sobre todo con Emma. Tras ello, invita a Jerry a visitarlos:

JERRY: ¿Cómo está Emma?

ROBERT: Muy bien. Tenés que venir a tomar una copa alguna vez. Le gustaría mucho verte. (125)

Análisis

Las escenas VI y VII presentan un uso intensivo del subtexto y la ironía dramática. Por la escena V, sabemos que Emma le ha confesado a Robert su aventura con Jerry, quien no está enterado de ello. Por lo tanto, nuestra interpretación de las interacciones entre Emma y Jerry en la escena VI, y de Robert y Jerry en la siguiente, se ve influida por esta información. Podemos tomar, como ejemplo, la ansiedad que evidencia Emma cuando Jerry le dice que se va a reunir a almorzar con Robert esa semana. En esa conservación, Emma interroga incesantemente a Jerry, quien no comprende del todo el motivo. Sin embargo, nosotros sabemos que le preocupa que Robert confronte a Jerry sobre su aventura:

JERRY: El jueves lo voy a invitar a almorzar.

EMMA: ¿El jueves? ¿Por qué?

JERRY: Bueno, me toca a mí.

EMMA: No, quise decir que por qué lo vas a invitar a almorzar.

JERRY: Porque me toca a mí. La vez pasada me invitó él a almorzar.

EMMA: Vos ya entendés lo que quiero decir.

JERRY: No. ¿Qué?

EMMA: ¿Con qué objeto o sentido lo invitás a ese almuerzo?

JERRY: Con ninguno. Hace años que almorzamos juntos y punto. Una vez le toca a él, después me toca a mí.

EMMA: No me entendiste.

JERRY: ¿No? ¿Por qué?

EMMA: Bueno, es bastante simple, ustedes se encuentran muy seguido, o se van a almorzar juntos, para charlar sobre algún escritor o un libro en particular, ¿no? Así que en esas reuniones, o almuerzos, hay un objeto o un sentido. (112)

Del mismo modo, cuando Robert y Jerry se reúnen, cierta aura tensa y oscura se cierne sobre su interacción, y esa tensión es completamente imperceptible para Jerry. Robert bebe mucho, probablemente para afrontar el hecho de que su mejor amigo se haya estado acostando con su esposa. Además, se ve exasperado, antipático y rebelde, incluso de un modo un tanto infantil. Continuamente hace insinuaciones sobre Jerry y Emma, insinuaciones que Jerry, a diferencia de Emma en Venecia, no parece registrar:

ROBERT: ¿Sabés qué tienen en común Emma y vos? Les encanta la literatura. O sea, les encanta la literatura moderna en prosa, fijate que les encanta la novela nueva del nuevo Casey o Spinks. A los dos los emociona.

JERRY: Debés estar borracho.

ROBERT: ¿En serio? ¿O sea que a vos no te parece que a Emma la emocione?

JERRY: ¿Y yo qué sé? Es tu esposa.

(Pausa). (123)

En el típico estilo elíptico de Pinter, nunca se nos revela exactamente por qué Robert no se enfrenta directamente a Jerry, motivo por el cual queda a nuestro cargo la conjetura. Es probable que no pueda soportar la idea de perder a su mejor amigo y a su esposa, aunque también es probable que esté siendo honesto, como en la escena II, cuando dice: “Parece que vos no estás entendiendo. Parece que no estás entendiendo que todo esto me importa tres carajos” (82).

Cabe mencionar el papel del alcohol en esta escena en particular y en toda la obra en general. Se trata de un elemento constante en toda la obra, y casi todas las escenas muestran a los personajes consumiendo ―a menudo, en exceso― alcohol. Más aún, tampoco es una característica exclusiva de Traición, ya que el consumo excesivo de alcohol es un motivo recurrente en todas las obras de Pinter, sobre todo en Tierra de hombres, de 1974. Ahora bien, en el caso de esta obra, se podría establecer una conexión entre el consumo excesivo de alcohol y la falta de autocontrol y disciplina de los personajes. Ya veremos, en la última escena, cómo el romance entre Emma y Jerry se inicia con él completamente borracho.