La peste (1947) es considerada una de las obras maestras de Albert Camus, y quizá, luego de la pandemia por Covid-19, ha ganado tanta popularidad como su obra más célebre, El extranjero. Al igual que sucedió con el Decamerón de Boccacio, La montaña mágica de Thomas Mann o El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez, las ventas de La peste aumentaron notablemente durante las primeras cuarentenas de estos años en muchos de los países que la implementaron.
Ambientada en la colonia francesa del norte de África, la novela narra el recrudecimiento de la peste bubónica y las diversas formas en que los habitantes de la ciudad responden a la epidemia. Lo más probable es que Camus comenzara a escribir esta novela en el año 1941, un año después de que Francia cayera en manos de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. En aquella época, vivía en el Hotel Mercure de París, gobernado por los alemanes, y trabajaba como lector de manuscritos mientras componía las notas de lo que sería La peste.
La obra se analiza a menudo como una alegoría de la resistencia francesa a la propagación del "virus" del nazismo, aunque Camus se niega en varias ocasiones a avalar o desechar tal lectura. Al leer La peste, Jean-Paul Sartre y otros pensadores franceses se molestan con Camus por haber comparado en su texto el nazismo con un fenómeno natural que no estaba relacionado con la maldad humana y, por tanto, estaba fuera de nuestro control. Pero la peste de Camus es una representación de algo más que el fascismo y, como bien dijimos, él nunca habilita una lectura tan lineal y simbólica de su novela. Podemos pensar, más bien, que la peste es una metáfora de lo que él considera, más ampliamente, nuestra cultura del mal y la muerte, que ve esparcirse por todas las aristas del espectro político, desde la clase dirigente conservadora y acaudalada, hasta las dictaduras revolucionarias de izquierda.
Albert Camus parece no estar satisfecho con la novela cuando se la entrega a su editor en diciembre de 1946, y le escribe a su amigo Louis Guilloux que se trata de un libro totalmente fallido. Siente haber pecado de ambición. También rebate que la novela sea calificada de existencialista, a pesar de que es amigo de Sartre y otros pensadores existencialistas, y, sobre todo, de que hay un sesgo fuertemente existencialista en muchos personajes, reflexiones y escenas, como veremos en el presente análisis.
Sobre el escenario de los acontecimientos, Camus crea en La peste diversas actitudes de los seres humanos ante la epidemia, realzadas por toques de observación íntima. En la medida de lo posible, aísla a sus personajes -médicos, turistas, fugitivos- de su vida privada y los empuja a su situación pública.
La peste es traducida a más de cuarenta idiomas, y llevada al teatro por el mismo Camus, junto a Jean-Louis Barrault, bajo el título Estado de sitio, así como también es adaptada al cine por el director argentino Luis Puenzo, con actuaciones de William Hurt, Raúl Juliá y Robert Duvall.