En una ópera en Nueva York, un joven abogado llamado Newland Archer observa a través del salón a su prometida, May Welland. May es una refinada joven, admirada por la clase alta de sociedad neoyorquina y Archer está orgulloso de tenerla como su prometida. La prima de May, la Condesa Ellen Olenska, se une a ella. Archer y la Condesa se conocen de niños, antes de que ella se fuera para Europa y se contrajese matrimonio con un Conde. Ahora ella ha retornado con su familia de Nueva York, rodeada de escandalosos rumores sobre el divorcio de su esposo y la fuga con su secretario.
Los amigos de Archer murmuran acerca de la Condesa, y Archer se siente molesto por el escándalo que Ellen está trayendo a su futura familia. Por esa razón, él y May deciden anunciar su compromiso antes de lo planeado y así mostrar que la familia de May se encuentra en un muy buen momento.
La sociedad neoyorquina no sabe qué hacer con Ellen. Por un lado, ella es miembro de una de las familias más poderosas. Por otro lado, ella es extremadamente excéntrica y desafía de muchas maneras las normas de la sociedad. Cuando la familia de Ellen decide realizar una fiesta de bienvenida para ella, casi nadie concurre, lo que representa una señal de la mala opinión que existe sobre ella. Cuando Ellen planea divorciarse de su marido, a la sociedad neoyorquina le parece inadmisible. El jefe de Archer le pide que hable con Ellen en privado y logre convencerla de que no siga con el divorcio. Aunque Archer quiere quedar por fuera del problema, con renuencia acepta.
Cuando conoce el doloroso pasado de Ellen y su miserable matrimonio con un esposo al que no ama, Archer se siente cerca de ella. Ellen le abre los ojos a Archer sobre lo que es la sofocante sociedad neoyorquina en la que él siempre ha vivido. Ella acepta no continuar con el divorcio y Archer no se siente completamente aliviado. Comienza a pensar de modo más crítico sobre lo que es un buen matrimonio y sobre el divorcio. Lo que es más importante, sigue pensando en Ellen después de dejar su casa.
Se hacen amigos y Archer se siente más libre junto a Ellen que junto a cualquier otra persona, en particular más libre que con May. Sigue a Ellen hasta Skuytercliff, la casa de vacaciones de unos amigos de la familia. Allí se da cuenta que su interés por Ellen es más que el de una futura prima. Este pensamiento lo asusta y se escapa a St. Augustine, Florida, donde May está de vacaciones con sus padres. Archer intenta, sin éxito, convencer a May de que deben adelantar la boda. Al volver a Nueva York se da cuenta que en realidad ama a Ellen y que desea estar junto a ella. Se ven y hablan sobre lo que sienten uno por el otro y ese mismo día Ellen y Archer reciben un mensaje de May, en el que se enteran que la familia de May aceptó adelantar la boda (y que se hará en un mes).
El casamiento sale perfecto y May y Archer van a Europa en un viaje de luna de miel tradicional. Ellen por esos tiempos se ha mudado a Washington D.C. Archer se siente cada vez más confinado en la visión tradicional y estrecha de May sobre sus roles en la sociedad. Deja atrás sus sentimientos por Ellen e intenta ser un buen esposo.
Archer y May pasan un segundo verano juntos en Newport, Rhode Island, un balneario donde pasan sus vacaciones todas las familias refinadas de Nueva York. Para sorpresa de Archer, Ellen se encuentra allí también. Aunque no se ven en ningún momento en Newport, su anhelo por Ellen le vuelve con renovada fuerza. Cuando se entera, de modo accidental, que Ellen estará en Boston, Archer inmediatamente va a verla.
En Boston, Archer se entera que el esposo de Ellen está tratando de que ella vuelva. Ellen está muy deprimida. Archer la lleva a dar un paseo en un barco de vapor. Hablan apasionadamente del amor que sienten uno por el otro y Ellen acepta quedarse en América siempre que Archer siga amándola. Ellen vuelve a Washington y Archer vuelve a Nueva York con el acuerdo de que seguirán amándose a la distancia. Archer piensa en Ellen todo el tiempo, aunque él y May dan la imagen de una vida matrimonial feliz. May, sin embargo, empieza a percibir un sentimiento de vacío en Archer.
Una crisis de salud afecta a Mrs. Manson Mingott, la abuela de May, y le avisan a Ellen que venga a Nueva York. Archer la recoge en la estación de tren y en el carruaje hablan sobre la imposibilidad del amor de ellos. Archer se baja del carruaje con un sentimiento de frustración y desesperanza. Aunque se alegra al enterarse que Ellen decide permanecer en Nueva York y cuidar de su abuela, la situación es demasiado difícil y complicada. Ellen finalmente hace una propuesta: pasará una noche con él y luego volverá a Europa a vivir con su esposo.
Archer está desgarrado pero finalmente acepta. Pero unos días después se entera que Ellen de pronto decidió volverse a Europa sin darle ninguna explicación. May le dice que Ellen tomó la decisión después de una conversación que días atrás ellas dos sostuvieron. May organiza una fiesta de despedida para Ellen y esa noche Ellen trata a Archer de manera muy formal, como si nunca hubieran compartido sentimientos profundos uno por el otro. Después que los invitados se van, May le dice a Archer que está embarazada. Archer se entera que lo que May le dijo aquel día a Ellen era que estaba embarazada y que se lo había dicho sin estar segura. En ese momento entiende la razón que está detrás de la súbita partida de Ellen.
Treinta y seis años después, May ha muerto y el hijo mayor de ellos, Dallas, está junto a Archer, parado frente al apartamento de Ellen en París. Archer y Ellen no se han vuelto a ver desde la noche de aquella fiesta de despedida. Mientras mira hacia el apartamento, Archer está desgarrado por los recuerdos del amor entre ellos y por saber que han vivido vidas separadas durante todos esos años. Se da cuenta que Ellen es más real para él en sus recuerdos que en persona. Después de pensarlo, Archer decide no entrar con Dallas. Se sienta sólo hasta que oscurece y luego se aleja caminando.