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En un reservado en el restorán del barco, Archer y Ellen almuerzan juntos cómodamente. Hablan acerca de lo frustrada que siente Ellen en la limitada y poca imaginativa sociedad neoyorquina. Le cuenta de su vida en Washington, donde cuida a su tía, la marquesa Manson.
La conversación finalmente deriva hacia la terrible situación que se ha creado a causa del amor que sienten el uno por el otro. Ellen menciona a May y Archer se enoja: “Me diste el primer atisbo de una vida verdadera, y al mismo momento me pediste que siguiera con una vida ficticia”. Capítulo 24, página 194. Ellen comienza a llorar y Archer se da cuenta que ella también ha sufrido a causa de su matrimonio con May.
Ellen le promete a Archer que rechazará la oferta del Conde y se quedará en América, siempre y cuando ellos sigan amándose.